Las Denominaciones de Origen de vino en Europa se unen para defender su futuro

El vino europeo exige un marco político fuerte

Jueves 25 de Abril de 2024

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Las denominaciones de origen (DO) del vino en Europa, articuladas a través de la European Federation of Origin Wines (EFOW), han plasmado en un manifiesto sus principales inquietudes y objetivos para influir en la política vitivinícola de la Unión Europea durante el próximo mandato. Esta estrategia no solo busca preservar sino también fortalecer la posición del vino dentro del marco agrario y económico europeo. La EFOW, junto con entidades como la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), ha delineado con precisión los desafíos actuales y futuros a los que se enfrenta el sector, marcando directrices claras para su abordaje político y estratégico.

El manifiesto destaca la importancia crítica de mantener una política específica para el vino bajo la Política Agrícola Común (PAC). El enfoque no solo contempla la continuidad del apoyo económico, sino que también aboga por mejorar los mecanismos regulativos existentes como el sistema de autorizaciones de plantaciones de viñedo y las intervenciones sectoriales, que incluyen desde ayudas para la promoción hasta la reestructuración productiva y la inversión. Un aspecto clave que se resalta es la necesidad de una gestión de crisis más ágil y flexible, capaz de responder eficazmente ante circunstancias imprevistas o desafíos de gran magnitud.

La política de calidad sobre las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) y las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) recibe un especial énfasis en el documento. Durante el último periodo, esta política fue algo relegada, dando preponderancia a temas de sostenibilidad. Sin embargo, desde la perspectiva de las DO, estas políticas no solo son compatibles sino que deben ser complementarias. Las denominaciones de origen ya están incorporando medidas de sostenibilidad y buscan reforzar estos compromisos a través de un mayor apoyo y promoción de las figuras de calidad, además de asegurar una interlocución efectiva entre las asociaciones representativas y las administraciones públicas.

Otro pilar central del manifiesto es la innovación y la investigación, especialmente en lo que respecta al combate contra el cambio climático desde la viticultura. Las DO son conscientes de la necesidad de adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático mediante prácticas innovadoras y sostenibles en el cultivo del viñedo.

En un plano más global, el manifiesto también aborda las políticas comerciales, resaltando la importancia de mantener una apertura hacia los mercados de terceros países sin caer en tácticas proteccionistas que podrían dañar las relaciones comerciales y económicas a largo plazo. La solicitud de una desescalada y despolarización de los debates sobre la salud relacionados con el consumo de vino se presenta como una necesidad para proteger al sector de visiones extremas que podrían afectar negativamente al consumo responsable y tradicional de vino en Europa y más allá.

Las denominaciones de origen de vino, a través de la EFOW y la CECRV, están enviando un mensaje claro a las futuras autoridades electas de la UE: el vino, como producto cultural, económico y agrícola, necesita un marco de acción bien definido que respete y promueva su legado, al tiempo que se adapta y enfrenta los retos modernos de manera proactiva y sostenible. La articulación de estos objetivos y preocupaciones en un manifiesto no solo es un llamado a la acción para los políticos, sino también una declaración de los valores y la importancia que este sector tiene para el patrimonio cultural y económico de Europa.

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