Caída del 7% en las ventas de Rioja durante el primer trimestre de 2024

Las exportaciones solo caen un 1%, pero el mercado nacional se desploma un 30%

Sábado 04 de Mayo de 2024

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Las cifras recientes del sector vinícola de Rioja reflejan un panorama que suscita preocupación. Tras una leve recuperación observada en febrero, el balance del primer trimestre de 2024 según OEMV, muestra una disminución alarmante en las ventas, situándose por debajo incluso de las cifras registradas durante los momentos más duros de la pandemia. Este escenario plantea retos significativos tanto para productores como para distribuidores de una de las denominaciones de origen más emblemáticas de España.

La reducción en la comercialización de vino de Rioja es notable, con un decrecimiento del 7% en comparación con el primer trimestre de 2023, sumando un total de menos de 234 millones de litros entre abril de 2023 y marzo de 2024. Este retroceso no solo afecta a la economía regional, sino que también impacta la imagen de esta apreciada denominación a nivel global.

Marzo de 2024 ha sido particularmente desalentador, con un descenso del 20% respecto al mismo mes del año anterior. El mercado nacional ha sido el más afectado, evidenciando una caída del 30% en las ventas, lo cual amplía la preocupación sobre la capacidad de recuperación a corto plazo. Este descenso es aún más notable en las ventas de vinos reservados, aunque los vinos genéricos, que usualmente representan el mayor volumen, también han visto mermadas sus cifras en un 12%.

La variedad de vinos también muestra una tendencia negativa. Los vinos blancos, pese a las altas expectativas depositadas en ellos, han cerrado el trimestre con una caída del 7%. Los rosados han disminuido sus ventas en un 16,5%, y los tintos, aunque en menor medida, han registrado una baja del 6,5%.

Por otro lado, las exportaciones parecen ofrecer un panorama algo más esperanzador, aunque igualmente preocupante, con una reducción global del 1%. A pesar de este contexto general, algunos mercados específicos como Reino Unido e Irlanda han mostrado incrementos significativos en sus importaciones de vino de Rioja. Sin embargo, en mercados clave como Alemania y Bélgica las cifras son desfavorables.

Este declive en las ventas contrasta fuertemente con la situación de hace dos décadas. En 2001, con 14.000 hectáreas menos de viñedos, se comercializaron 220 millones de litros de vino. Hoy, con 67.000 hectáreas productivas, la región de Rioja se encuentra ante el objetivo de igualar los niveles de producción y comercialización que en el pasado le conferían un lugar destacado en el mundo vinícola.

El año 2020, marcado por la pandemia, registró cifras de venta inferiores, con 234 millones de litros vendidos, una cifra que se consideró en su momento como una superación de las expectativas gracias al impulso de las exportaciones. Sin embargo, la recuperación post-pandemia no ha cumplido con las proyecciones esperadas, y la región aún no logra alcanzar las cifras previas al COVID-19 de 2019, cuando se vendieron casi 257 millones de litros.

El declive continuo en las ventas desde el máximo histórico de 2017, cuando se comercializaron 284 millones de litros de vino, es una llamada de atención para todos los actores del sector. La acumulación de stock en los almacenes de las bodegas de Rioja podría exigir una revisión estratégica en la producción y en la aproximación al mercado, tanto nacional como internacional. Esta situación pone en perspectiva la importancia de adaptarse a un mercado cambiante y a las preferencias de un consumidor que se muestra cada vez más inclinado hacia productos diferenciados y experiencias enológicas auténticas.

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