Paniza, de bodega local a referente internacional

Podríamos definir a Paniza como una bodega local, muy arraigada a su origen y al terruño del que nacen sus viñas, pero al mismo tiempo es una bodega que mira hacia fuera y tiene una gran vocación de crecimiento internacional

Miércoles 12 de Diciembre de 2018

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La bodega tiene su origen en el pueblo del que toma el nombre, Paniza, una pequeña población cercana a Cariñena (Zaragoza). Allí, hace más de 60 años, en 1953, los experimentados viticultores de Paniza decidieron unirse, creando la Cooperativa Vitivinícola Nuestra señora del Águila, germen de la actual bodega y donde comenzó una aventura para ofrecer al mundo lo mejor de esta tierra: su vino.

Tras casi 30 años de trabajo, en 1982, Bodegas Paniza da un paso trascendental en su historia: se comienza a comercializar vino embotellado, adquiriendo la maquinaria necesaria para automatizar el proceso. Esta inversión aumentó exponencialmente la productividad de la bodega y le permitió llegar a un público más amplio. Una señal del carácter innovador que tomará la bodega durante toda su trayectoria.

Ya en 1996, con el nuevo milenio en ciernes, se construyó la edificación que les ha dado cobijo hasta hoy. Una inversión crucial para la consolidación de la bodega. Un nuevo edificio específicamente diseñado para albergar los vinos durante el proceso de crianza.

A comienzos del nuevo siglo se renovaron por completo las instalaciones e imagen de la bodega, adaptándola a los tiempos e implementando nuevas técnicas gracias a la inversión en modernos equipos de vitivinicultura que aportaron mayor calidad y una capacidad de crecimiento que les ha permitido llegar a nuevos mercados y clientes.

Desde entonces y gracias a la profunda renovación y a la gran inversión realizada, los vinos de Bodegas Paniza han recibido numerosos reconocimientos internacionales que avalan su calidad.

En la actualidad, la bodega se encuentra inmersa en una de sus grandes apuestas: la construcción de las nuevas instalaciones. Un complejo bodeguero compuesto por un conjunto de edificios modernos y funcionales capaces de acoger el volumen de trabajo presente y futuro.

Se trata sin duda de una bodega con un incesante esfuerzo que les ha llevado a realizar una inversión constante, acorde a los nuevos tiempos y buscando siempre la excelencia, pero sin olvidar sus orígenes, que se ve plasmado en un trabajo que realizan día a día con el mismo entusiasmo con el que comenzaron la bodega sus fundadores, manteniendo intactos los valores y amor por el viñedo. Y cómo no, siempre adaptados y actualizados para afrontar los retos y desafíos del futuro.

Así, la filosofía de esta bodega se apoya en: compromiso, calidad, flexibilidad e innovación, cuatro pilares que forman parte del ADN de Bodegas Paniza. La adaptación constante a las necesidades de cada uno de los clientes junto a una apuesta decidida por la calidad y la innovación les ha permitido modelar los productos a los requerimientos y tendencias de los diferentes mercados en los que operan.

Además, su sistema de trabajo gira en torno a tres ejes fundamentales: calidad, impulso de la economía local y respeto del entorno. El objetivo es convertirse en una de las bodegas de referencia a nivel internacional al tiempo que contribuyen a dinamizar la economía de la región, garantizando siempre el desarrollo sostenible del pueblo de Paniza.

En otras palabras, podríamos definir a Paniza como una bodega local, muy arraigada a su origen y al terruño del que nacen sus viñas, pero al mismo tiempo es una bodega que mira hacia fuera y tiene una gran vocación de crecimiento internacional. La flexibilidad en el trato al cliente y ser pioneros en la exportación de vinos de la zona le ha valido a la bodega para que sus vinos se disfruten ya en más de 40 países de los cinco continentes.

LA TIERRA

Los viñedos de Bodegas Paniza están ubicados dentro del territorio que delimita la Denominación de Origen Protegida Cariñena. En la actualidad la bodega la conforman 360 socios viticultores entre los que suman un total de 2.800 hectáreas de viñedos de diferentes variedades, de los que se obtienen más de 15 millones de kilos de uva de gran calidad cada año.

Las cepas están localizadas en una privilegiada zona al sur del sistema ibérico y son las que maduran a mayor altitud de entre todos los viñedos enmarcados en la Denominación de Origen Protegida Cariñena. Crecer a 850 metros sobre el nivel del mar confiere a los frutos de estos viñedos unas características especiales.

Por otro lado, sobre Paniza domina el clima continental. Esta región cuenta con unos veranos muy calurosos y relativamente secos, al tiempo que los inviernos se tornan muy fríos y ventosos. Son precisamente estos contrastes de temperaturas entre las diferentes estaciones del año, que también pueden darse durante el ciclo día-noche, los que hacen que estas vides otorguen un fruto de una excelente calidad para la vinificación.

Las precipitaciones anuales que descargan sobre los campos de esta región alcanzan la media de 360 mm. y cuenta con unas 2.800 horas de sol al año. Sin duda, se trata de unas condiciones óptimas para el cultivo de los varietales autóctonos.

Si a todo ello añadimos que el suelo y el subsuelo donde crecen los viñedos se caracterizan por la gran diversidad de su composición geológica dependiendo de la altitud a la que se encuentran, desde las zonas más bajas con suelos pardo-calizos, areniscas y arcillas, hasta los sectores de mayor altitud, donde crecen las vides más viejas y predominan los suelos de pizarra, el resultado es un terruño del que solo puede nacer una uva de gran calidad.

LOS VINOS

Al igual que sus viñedos se caracterizan por su diversidad, los vinos de esta bodega se caracterizan por su versatilidad. En Paniza cuentas con diferentes gamas de productos que abarcan un amplio abanico de vinos, varietales y caracteres.

Cada gama tiene unas cualidades especiales que la hacen singular. Así, disponen de vinos jóvenes, como la gama Peca o Paniza Joven, especialmente elaborados para iniciados en el mundo del vino, con matices frescos, intensos y muy sabrosos. Vinos de crianza y de autor, como Artigazo o Viñas de Paniza; mucho más complejos y desarrollados, ideales para consumidores exigentes que buscan la armonía perfecta entre tradición, modernidad y elegancia. Y también, vinos varietales, como las gamas Mono o Paniza Varietales, que muestran todo el carácter y expresión del terruño y sus varietales.

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