“La primera edición el Máster en Enoturismo de la UNIR está en su recta final y ya son muchas las empresas que se han unido al programa de prácticas”

Chelo Miñana Castelló, coordinadora académica del Máster de Formación Permanente en Enoturismo de la UNIR (La universidad Internacional de la Rioja)

Loreto Vázquez

Viernes 27 de Octubre de 2023

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Chelo Miñana Castelló desarrolla actualmente la dirección de Enoturismo de Masaveu Bodegas y es responsable de la línea e-Commerce de la compañía. Su experiencia incluye la dirección de Enoturismo de Bodegas Familiares Matarromera y el desarrollo de negocio de Cepa 21 Restaurante. Una dilatada experiencia profesional que la avalan como máxima responsable del Máster.

El desarrollo del sector enoturístico en España es una necesidad, que proporciona a las bodegas: "el contacto directo con su cliente final". Es importante tener en cuenta que el tamaño del mercado del enoturismo a nivel mundial en 2022 se situó en torno a los 7.000 millones de dólares estadounidenses, con una previsión de superar los 8.000 millones en 2023. Pero esta tendencia creciente no tiene vistas de terminar pronto, o al menos no en el futuro cercano, ya que del mismo modo se estima que su valor se aproxime a los 14.200 millones a cierre de 2027, según un informe de Statista. En España queda mucho camino por hacer, así que este Máster es una gran oportunidad profesional: "el mundo del vino necesita de profesionales de primer nivel que antes solo estaban en las ciudades" explica Chelo Miñana para quien "el enoturismo es una oportunidad de desarrollo de una carrera profesional en el medio rural".

Es por eso que el Master de Enoturismo de la UNIR es una opción perfecta para obtener una formación 360º sobre el mundo del vino desde sus diferentes perspectivas.

Cultura del vino, unida a las experiencias enoturísticas está de moda, ¿cómo está de preparado el sector para hacer frente a este boom que combina cultura, gastronomía, vino, y turismo en forma de experiencias? Y ¿Cuál es su nivel de profesionalización en España de esta actividad todavía muy novel?

El enoturismo ya se ha consolidado como una actividad en sí misma, que gira en torno al mundo del vino. Esta no solo beneficia e impacta a las bodegas sino a todo su entorno. Precisamente cuando nos hemos dado cuenta de que no era solo una moda sino que se había convertido en una importante actividad económica es cuando ha surgido la necesidad de contar con profesionales que sepan gestionar y aporten esos conocimientos en turismo y cultura del vino.

Hasta hace relativamente poco, la actividad enoturística en las bodegas no tenía unos objetivos de negocio. Hoy algunas bodegas ya están consiguiendo un gran volumen de facturación desde el enoturismo.¿Esto ha podido condicionar hasta ahora el nivel profesionalización del sector del enoturismo? ¿crees que la profesionalización marcará la forma en la que las bodegas podrán diferenciarse en un mundo en el que cualquier bodega o destino enoturístico ofrece lo mismo?

La importancia que está cobrando la actividad de enoturismo va precisamente ligada a su importancia a nivel económico, que se perfilaba hace cuatro años como una herramienta de futuro y, sin duda, en estos momentos se ha consolidado en esa posición.

La riqueza y la dinamización económica y social que trae consigo el flujo de turismo en las zonas vitivinícolas se ha convertido en una oportunidad.

El enoturismo VENDE, vende visitas, pero también vende botellas de vino, vende destino, y cuando hablo de vender en estos términos hablo de ser altavoz para dar valor. Cuando se llega a una bodega la persona responsable de enoturismo transmite todo el trabajo que se desarrolla en ella, desde en el campo (a través de la viticultura), pasando por la elaboración de los diferentes vinos, hasta la presentación en cada botella, o sea, todo el trabajo que hay que hacer para llegar a beber una botella de vino. De la misma manera, el enoturismo es el encargado de transmitir porque esa bodega es diferente, poniendo atención en la singularidad del territorio, la historia, las tradiciones. Esto es aplicable no solo a las bodegas, sino a los restaurantes, a los hoteles a los guías, al transporte ..., generando así lo que llamamos economía circular. Además, nos encontramos ante un visitante al que enamoramos entre todos, convirtiéndolo en embajador. Un embajador que automáticamente es comercial de nuestro producto, de nuestros vinos, de nuestro territorio, y nos vende.

¿Cuál es el perfil o perfiles que están accediendo a los departamentos de enoturismo de las bodegas o a destinos enoturísticos?, ¿coincide este perfil con lo que realmente buscan las empresas del sector?

Siendo una actividad novel con dos componentes tan distintos: El sector industrial (bodega y elaboración de vino) y el sector turismo (cultura y ocio).  Esta actividad ha ido atrapando perfiles que llegaban desde el corazón de la parte técnica del vino, a profesionales que se acercaban a él desde la dinamización cultural, también estudiantes que encontraban un trabajo temporal de fin de semana... Un poco respondiendo a las necesidades que cada empresa creía tener cuando abría un departamento, como es el del enoturismo, del que pocos conocían la dimensión.

Nadie verdaderamente conocía la dimensión del enoturismo, buscábamos inspirarnos en los grandes ejemplos a nivel mundial. Pero en realidad hemos descubierto que tenemos que aprender de todos, que el secreto está en crear un modelo propio adaptado a nuestros recursos, nuestros objetivos, y con esto quiero decir España, donde el vino es un gran recurso turístico y hay que crear un desarrollo sólido que nos permita aprovecharlo.

La dimensión económica del enoturismo requiere de profesionales que entiendan y sepan manejarla, mitad producto mitad servicio. Ese jugar en equipo con la competencia, porque el desarrollo de la zona o el territorio va a garantizar el éxito de cada una de las empresas, el trabajo de comercialización a diferentes niveles según hablemos de turismo de cercanía, nacional o internacional. El contacto directo con el cliente con posibilidad de venta hace que se convierta en un canal más dentro de la estructura de los canales de la empresa, ya sea grande o pequeña cuando hablamos de bodegas y, por tanto, tiene que formar parte de las estrategias de la empresa.

Estar en una zona de enoturismo hace que el ciclo del vino afecte a hoteles, alojamientos rurales, restaurantes, implica que surjan nuevas empresas de servicios auxiliares como agentes receptivos, transportes individuales o colectivos, alquileres de bicicletas, etc.

¿Por qué cuesta tanto reclutar talento y fidelizar talento en el sector?

Es complicado porque hasta ahora no ha habido especialistas formados en esa dimensión mixta de turismo y vino. No había formaciones completas que ayudaran a los profesionales interesados a especializarse en esta actividad. Los muchos profesionales que hay en España, que son muchos y muy buenos, han ido añadiendo conocimientos a base de experiencias y llevados por la pasión.

Muchos de esos profesionales, que podemos decir que han formado parte de la construcción de lo que ahora es el Enoturismo en España participan en el Máster en Enoturismo de UNIR y hemos tenido la gran suerte de que accedieran a volcar todos sus conocimientos y experiencias para compartirlas con los futuros profesionales que acceden a la formación.

En tu opinión ¿qué tipo de perfiles se demandan actualmente?, ¿es importante el perfil del gestor? y ¿por qué las bodegas necesitan perfiles variados, complementarios y orientados a la estrategia?

Se demandan perfiles que entiendan de vino y de turismo, a partir de ahí cada empresa como en cualquier actividad tiene que incorporar los profesionales que encajen en su estructura y en su forma de trabajo. Indudablemente ese conocimiento de la actividad en si misma posibilita que pueda desarrollarse el enoturismo con garantías.

Claro que hacen falta gestores porque hablamos de inversiones, así como de medios y largos plazos. No podemos hablar de desarrollo si no hablamos de inversiones: en tiempo, en personal, en recursos, en promoción... Cuando hablamos de gestionar lo hacemos también de aprovechamiento de los recursos existentes, de optimizar, de aplicar la creatividad al servicio del negocio. Como en cualquier empresa grande o pequeña hay que dimensionar, y el enoturismo no es diferente, existen y pueden existir tantos tipos de enoturismo como tipos de empresas y tipos de territorio. Hay que buscar nuestro lugar fijar objetivos y desarrollarlos interna y externamente.

Como directora del Máster en Enoturismo, no hay muchos másteres tan completos como este en materia de enoturismo en nuestro país, ¿qué conocimientos, competencias y buenas prácticas proporciona esta formación?, ¿cómo trabajan los alumnos en el Máster? ¿qué valoración hacen los alumnos del mismo ¿Se tiene conocimiento de cuántos alumnos y alumnas se están colocando a través de este Máster?

El máster ha surgido de una alianza entre UNIR y la Federación Española del Vino (FEV). Precisamente como respuesta a una demanda del sector y, con el objetivo de proporcionar una formación a los alumnos que dé una visión 360º de la actividad: historia, orígenes, dimensión económica, gestión de recursos, creatividad, promoción y comercialización. El objetivo es que sean capaces de conocer no solo un modelo, sino las herramientas que les permitan crear su propio modelo para ellos mismos o para las empresas para las que trabajan.

Uno de los mayores valores junto con el método de estudio es la implicación de grandes profesionales en activo. Ellos aportan la visión desde la dificultad de los comienzos a la proyección futura de cómo va a desarrollarse este sector enoturístico que, indudablemente, va unido a la evolución del mundo del vino a nivel mundial.

La formación es 100% online lo que nos permite tener alumnos tanto de España como de Latinoamérica. Así la riqueza de los intercambios es mucho mayor y se plantean clases en directo de cada asignatura, así como trabajos grupales y un proyecto final individual tutorizado con el que pueden llevarse una hoja de ruta de su proyecto personal al finalizar el máster.

La primera edición está en su recta final y ya son muchas las empresas que se han unido al programa de prácticas. Estamos en una primera fase y el sector ha respondido con interés convencido de la importancia de la profesionalización del Enoturismo.

Puedes conocer más sobre el Máster de Enoturismo de UNIR aquí

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