Viñedos cada vez más mecanizados

Estrategias y tecnologías para un cultivo más sostenible y eficiente

Jueves 29 de Febrero de 2024

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La viticultura, esa antigua práctica que ha evolucionado a través de los siglos, se encuentra en un momento decisivo de transformación en California y otras regiones productoras de uva para vino alrededor del mundo. Tradicionalmente, el cultivo de la vid ha sido una labor intensiva, dependiendo de manos expertas para llevar a cabo tareas críticas como la poda, el manejo del dosel y la cosecha. Sin embargo, el panorama está cambiando drásticamente. Los costes laborales en aumento y la escasez de mano de obra, agravados por la pandemia del coronavirus en 2020, están impulsando a los viticultores a buscar alternativas que permitan seguir produciendo uvas de alta calidad de manera más eficiente y con menos personal.

Este desafío no es menor. Las tareas más laboriosas en un viñedo, como la poda en invierno, el manejo del dosel y la cosecha, no solo requieren una considerable cantidad de trabajo manual sino que también son críticas para el éxito de la cosecha. La respuesta de la industria vitivinícola a estos desafíos ha sido notable, con un enfoque creciente en la mecanización del viñedo.

La mecanización en el viñedo no es un concepto nuevo, pero su adopción se ha acelerado en los últimos años. La necesidad económica y el desarrollo de conocimientos y experiencia en el uso de estas herramientas están impulsando a los viticultores a adoptar maquinaria para realizar desde la poda mecánica hasta la cosecha mecánica, pasando por la eliminación de hojas en la zona frutal y el aclareo de bayas. La investigación y el desarrollo de estas tecnologías, liderados por instituciones académicas y fabricantes de equipos, han hecho posible que hoy en día existan soluciones mecánicas para casi todas las operaciones culturales del viñedo.

La mecanización ofrece varias ventajas significativas. En primer lugar, reduce la dependencia del trabajo estacional manual para ciertas tareas, lo cual es particularmente valioso en tiempos de escasez de mano de obra. Además, el grado en que se puede reducir el trabajo manual depende de varios factores, como la región de cultivo, la variedad de uva y el número de prácticas culturales que el viticultor pueda mecanizar. Por otro lado, la mecanización también implica una necesidad de menos personal pero más especializado, ya que la gestión de un viñedo mecanizado se basa en gran medida en la toma de decisiones basadas en información.

Diseñar un viñedo con la mecanización en mente es un paso crucial. Esto comienza incluso antes de plantar las vides, considerando aspectos como la uniformidad del suelo dentro de los bloques, la selección del portainjerto y la variedad, así como el diseño del sistema de espaldera. Los suelos bien drenados son importantes, ya que el acceso y la implementación de equipos se dificultan en viñedos anegados después de fuertes precipitaciones. Además, se deben considerar la disponibilidad de equipos, el espaciamiento adecuado entre filas y dentro de la fila, y el tamaño de los cabezales.

La poda invernal, por ejemplo, es una de las prácticas más laboriosas en el viñedo, y se estima que alrededor del 80% de todos los costos de operaciones laborales en viñedos pueden atribuirse a la combinación de poda y prácticas de cosecha. Aquí es donde la mecanización puede marcar una gran diferencia, con estrategias de poda mecánica que pueden ahorrar entre el 60 y el 80% de los costos de operaciones laborales por acre en comparación con la poda manual. La mecanización de la gestión del dosel también ha visto desarrollos significativos, con implementos mecanizados disponibles para completar todos los requisitos de manejo del dosel para la temporada de crecimiento.

Sin embargo, la cosecha mecánica es quizás donde la mecanización del viñedo brilla con mayor intensidad. Permite la recolección de frutas de manera mucho más rápida y con menos personas, lo cual es una ventaja significativa en momentos en que el tiempo y la mano de obra son escasos. Aproximadamente el 90% de las uvas de vino en Estados Unidos se cosechan mecánicamente, lo que subraya la importancia y la efectividad de esta tecnología.

Tipos de poda mecánica

Cada uno de estos métodos de poda mecánica tiene sus propias ventajas y desventajas, y la elección entre ellos depende de varios factores como el tipo de viñedo, las variedades de uva, y los objetivos específicos de producción y calidad que el viticultor desee alcanzar. La adopción de estas técnicas de poda mecánica puede ofrecer ahorros significativos en costos laborales y mejorar la eficiencia en la gestión del viñedo.

Poda mínima

Este método se basa en la idea de que el desarrollo de un alto número de racimos se equilibrará con el crecimiento temprano de numerosos brotes vegetativos. El resultado es una producción de altos rendimientos compuestos por muchos racimos y bayas muy pequeños. Aunque la poda mínima se ha abandonado en gran medida debido a dificultades para controlar enfermedades del tronco, la proliferación de madera muerta, y una composición de fruta menos ideal, representaba una estrategia para reducir el trabajo de poda tradicional.

Poda mecánica en caja (Box-pruning)

Es la técnica de poda mecánica que más se asemeja a la poda manual, aunque sin ser selectiva, dejando todos los nodos dentro del perímetro de los cortes. La altura y anchura de la "caja" pueden ser manipuladas por el operador de la máquina de poda. Este método implica cortar los sarmientos de la vid de arriba abajo y a los lados para formar una especie de caja, buscando una simplificación de la poda tradicional pero manteniendo una densidad de yemas adecuada.

Poda con barras de cortasetos (Hedger bar pruners)

Las podadoras de barra de cortasetos, cuando se montan individualmente, tienen un solo plano de corte y una baja penetración en el dosel inactivo. Son eficientes en su mecanismo de corte y tienen requisitos de flujo hidráulico bajos. Debido a su baja penetración en el dosel, se utilizan principalmente en aplicaciones de poda mínima, para la poda de verano, o como parte de podadoras combinadas.

Poda con rodillos y tambores (Rotary and drum pruners)

Tanto montados individualmente como en pilas, estas podadoras tienen una mayor penetración en el dosel inactivo que las barras de cortasetos. Pueden ser usados para la poda de verano o para establecer la altura de los sarmientos portantes durante la poda inactiva. Cuando se montan individualmente y operan en una sola fila, las podadoras rotativas tienen un bajo requerimiento de flujo hidráulico.

Poda combinada y para viñedos en espaldera (Combination and sprawl pruners)

Las podadoras combinados realizan múltiples cortes planos combinando podadoras rotativas y varias barras de cortasetos. Por ejemplo, una combinación de podadoras rotativas puede ser posicionada horizontal y verticalmente para definir la altura y anchura de la superficie portante. En combinación con barras de cortasetos, podarán los sarmientos que se hayan salido del dosel o por encima de la altura permitida del dosel. Estas podadoras suelen requerir una barra de herramientas para ser instalada, con una unidad de potencia operando independientemente para entregar el flujo hidráulico necesario para conducir estos implementos.

La transición hacia viñedos mecanizados no está exenta de desafíos. Requiere inversiones significativas en tecnología y capacitación, además de una planificación cuidadosa para asegurar que el diseño del viñedo sea compatible con la maquinaria disponible. Sin embargo, los beneficios potenciales en términos de eficiencia, ahorro de costes y capacidad para mantener la producción de uva de alta calidad en un mercado laboral cambiante son claros. A medida que la industria vitivinícola continúa evolucionando, la mecanización jugará un papel cada vez más importante en la definición del futuro de la viticultura.

Mechanization of Pruning, Canopy Management, and Harvest in Wine Grape Vineyards DOI: http://dx.doi.org/10.5344/catalyst.2021.20011 

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