Adiós a la Cata del Vino Montilla-Moriles

La noticia de que la tradicional Cata del Vino Montilla-Moriles no se realizará este mes de abril, como es habitual, ha resonado como un trueno en los círculos vitivinícolas y entre los aficionados al buen vino de Córdoba y más allá. La decisión, anunciada por el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Protegidas Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles, viene con una promesa: una pausa para recargar energías y replantearse nuevos desafíos con el fin de promover los vinos de esta denominación con mayor brillo.

Durante más de cuatro décadas, la Cata del Vino ha sido un evento emblemático no solo para Córdoba sino también para la provincia y ha captado la atención de aficionados al vino de toda España. La organización subraya que este evento ha sido un referente en la promoción de los vinos cordobeses, a la vez que ha experimentado un notable aumento en el nivel de calidad y excelencia, tanto de los vinos como de la gastronomía que acompaña la cita.

El año pasado, la cata tuvo que mudarse a un nuevo espacio, la Plaza de Toros de Córdoba, que logró albergar el evento con éxito y garantía. Este cambio, a pesar de haber sido bien recibido y considerado un éxito, ha propiciado una reflexión profunda sobre el futuro del evento y su ubicación.

La dirección que se busca tomar es la de acercar un nuevo modelo de cata que satisfaga tanto a los fieles seguidores de los vinos de Montilla-Moriles como a aquellos que, sin ser expertos, deseen adentrarse en el fascinante mundo de los vinos generosos cordobeses. La idea es evolucionar el evento hacia un formato que cumpla con las expectativas de un público cada vez más amplio y diverso, sin perder de vista la esencia que lo ha caracterizado durante años.

Este replanteamiento y la búsqueda de un enfoque renovado han llevado al Consejo Regulador a tomar la decisión de posponer la celebración de la XXXIX edición de la Cata del Vino Montilla-Moriles. Con este movimiento estratégico, el Consejo Regulador, junto a las bodegas y cooperativas participantes, busca reafirmar su compromiso con la promoción de estos vinos y con Córdoba, así como con las administraciones locales y regionales que han apoyado el evento a lo largo de los años.

La organización también ha querido destacar y agradecer el esfuerzo y compromiso de los establecimientos de restauración que han participado en las ediciones anteriores, contribuyendo a elevar el nivel de la cata y asegurando una experiencia enogastronómica de primer nivel para los asistentes.

Este paréntesis en la tradición no es más que un compás de espera, una oportunidad para reflexionar y volver con más fuerza, proponiendo un evento que no solo cumpla con las expectativas sino que las supere, en un maridaje perfecto entre los vinos de Montilla-Moriles y la rica gastronomía cordobesa. La organización se muestra optimista y espera poder celebrar la Cata del Vino lo antes posible, manteniendo vivo el espíritu de este evento único y esperado por muchos.