El Albariño y el Pinot Noir uruguayos alcanzan cotas máximas en la vendimia 2024

Las lluvias tardías marcan la vendimia de Uruguay 2024

Viernes 12 de Abril de 2024

Compártelo

Leído › 2349 veces

El paseo del vino, Uruguay
El paseo del vino, Uruguay

El año 2024 en la viticultura uruguaya ha sido, según las voces más experimentadas del sector, uno de los más peculiares y desafiantes que se recuerdan. Eduardo Boido, de Bodega Bouza, lo resume con claridad: "En Uruguay no hay un año normal, y 2024 ha sido completamente atípico". Esta vendimia ha traído consigo una serie de circunstancias meteorológicas que han resultado en una bendición mixta para los viñedos del país.

La temporada comenzó con una primavera fresca y un verano más seco y también fresco de lo habitual, lo que provocó una maduración lenta y una acumulación de azúcares más gradual. Esta situación resultó ser especialmente favorable para las variedades de vinos blancos y los tintos de maduración temprana. Santiago Deicas, enólogo de Familia Deicas, compartió su entusiasmo por los resultados obtenidos: "El Albariño estuvo fantástico, pero lo que realmente me sorprendió este año fueron el Chardonnay y el Pinot Noir. ¡Creo que es la mejor cosecha que he visto de estas variedades!"

Sin embargo, la tardía maduración de este año también presentó desafíos significativos para las variedades que maduran más tarde y para ciertas regiones del país. A mediados de marzo, una enorme tormenta de lluvia azotó Uruguay, afectando severamente a muchas uvas que aún permanecían en las cepas. "En un año normal, a mediados de marzo ya no tendríamos mucho en las vides, pero dado que fue una cosecha tardía, casi todos todavía teníamos uvas pendientes de recolectar, lo que se convirtió en un problema", agregó Deicas.

La lluvia no fue poca cosa: en una semana se acumularon unos 350 mm de precipitaciones, y el clima no mejoró mucho hacia finales de mes, con lluvias torrenciales que provocaron inundaciones en todo el país y desplazaron a cerca de 6,000 personas.

El final de la vendimia estuvo marcado por la buena gestión y las rápidas respuestas en el viñedo, así como por el tipo de suelo. Boido añadió: "En las parcelas que quedaron en Pan de Azúcar, en Maldonado, aún pudimos cosechar y elaborar vino, ya que los suelos drenan muy bien. No obstante, en Canelones y Montevideo, donde la lluvia fue más intensa y el suelo de arcilla, tuvimos problemas. Hubo algunas parcelas que este año no vinificamos".

A pesar de los desafíos y de parte del rendimiento perdido por ataques de botritis después de las lluvias, la calidad del Tannat de este año es prometedora. "El Tannat ha salido muy bien", comentó Deicas. "Claramente, el Tannat que recogimos antes de la lluvia fue excelente, pero incluso después de las lluvias, en las zonas con suelos que drenan bien, tenemos una calidad excepcional. Este será un año en el que las diferencias entre regiones realmente se notarán en la copa. Aunque en general, los vinos de Tannat presentan aromas frutales primarios frescos y más aromas florales con notas herbales, en lugar de los aromas de fruta madura del año pasado. También contamos con una alta acidez y un bajo contenido alcohólico, lo que presagia una excelente capacidad de envejecimiento".

Este año, además, Uruguay celebra la 150ª vendimia trabajando con la uva Tannat, que fue plantada por primera vez en 1874 por Pascual Harriague. El 14 de abril, el país celebrará su Día del Tannat en honor al nacimiento de Harriague, remarcando la importancia histórica y cultural de esta variedad en la viticultura uruguaya.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 2349 veces