Un nuevo método produce “hormona de la felicidad” a partir de la levadura del vino

IATA-CSIC patenta un método sostenible y económico para producir el neurotransmisor serotonina a partir de levadura de vino

Lunes 06 de Mayo de 2024

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levadura Saccharomyces cerevisiae
Imagen al microscopio electrónico de la levadura Saccharomyces cerevisiae durante el proceso de envejecimiento del cava. / IATA-CSIC

El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) ha alcanzado un logro significativo al desarrollar un método innovador para producir serotonina a partir de una cepa de levadura vínica, modificada genéticamente. Este avance no solo promete un método más sostenible y económico para producir este neurotransmisor, sino que también puede tener un amplio impacto en diversas industrias, desde la farmacéutica hasta la cosmética.

La serotonina, conocida popularmente por su papel en la regulación del estado de ánimo y su apodo como la "hormona de la felicidad", es esencial no solo para las funciones cerebrales, sino también para el sistema inmunológico y el eje intestino-microbiota-cerebro. Tradicionalmente, la producción de serotonina y sus precursores se ha basado en métodos químicos y en la extracción de semillas de plantas como la Griffonia simplicifolia. Estos métodos no solo son costosos y menos sostenibles, sino que también dependen de disolventes tóxicos y presentan fluctuaciones en la producción debido a la variabilidad estacional.

El enfoque del IATA-CSIC, liderado por José Manuel Guillamón, utiliza materiales de bajo coste y subproductos de la industria agroalimentaria, como el mosto de uva concentrado y el bagazo de naranja, para alimentar el proceso biotecnológico. La levadura Saccharomyces cerevisiae, una pieza fundamental en la producción de vino, cerveza, pan y pizza, ha sido reconfigurada para actuar como una "fábrica" de serotonina bajo este nuevo método.

Este logro no solo es relevante por su potencial para reducir costos y mejorar la sostenibilidad de la producción de serotonina, sino también por su capacidad para transformar sectores enteros. La serotonina, con su estructura química única y potencial antioxidante, podría ser incorporada como aditivo en alimentos o productos cosméticos, no solo para mejorar la salud y el bienestar general, sino también para ofrecer protección contra el daño oxidativo y la radiación solar.

El desarrollo también plantea la posibilidad de aplicar estas técnicas a otros compuestos biológicamente activos como la melatonina, con implicaciones en la regulación del sueño y en la salud mental y física de manera más amplia.

Además, la capacidad de la serotonina para actuar en la alimentación animal abre nuevas vías para mejorar el bienestar y reducir el estrés en ambientes ganaderos, lo que podría traducirse en mejoras en la producción y la sostenibilidad de estas prácticas.

El equipo de Guillamón continúa trabajando para optimizar este proceso y expandir sus aplicaciones. La investigación actual no solo destaca el valor de la biotecnología en la producción sostenible, sino que también enfatiza cómo la ciencia puede interconectar sectores y crear soluciones innovadoras que beneficien tanto a la industria como a la sociedad en general.

Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la ciencia aplicada y la innovación pueden llevar a avances que, aunque basados en procesos naturales como la fermentación, tienen el potencial de revolucionar industrias y mejorar la vida cotidiana. Con una visión centrada en la sostenibilidad y la eficiencia, el camino hacia el uso más extendido de bioprocesos parece no solo viable, sino también vital para el futuro de la producción industrial y la gestión ambiental.

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