Jueves 03 de Agosto de 2023
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La temporada de vendimia 2023 ha comenzado en el Marco de Jerez con notables expectativas de crecimiento en comparación con el año anterior. La tradición vitivinícola, marcada por la rica historia y los métodos de cosecha propios de la región, una vez más se destaca con el inicio de esta nueva etapa.
El Consejo Regulador, fiel a su compromiso con la excelencia y el cumplimiento de normativas, ha puesto en marcha el dispositivo de control para esta vendimia. En esta tarea, se suma la colaboración de la Guardia Civil, encargada de supervisar los transportes de uva, garantizando así la integridad y autenticidad de la cosecha. Cuatro de los 32 lagares previstos ya han iniciado sus actividades esta semana, comenzando con el proceso de elaboración de los "pies de cuba" y la molturación de uvas de algunas viñas interiores, cumpliendo con las regulaciones de las denominaciones de origen.
Se espera que en las semanas venideras, la actividad se intensifique. Sin embargo, es probable que una vendimia generalizada no se dé hasta la segunda o tercera semana de agosto, debido a condiciones climáticas y la actual evolución del fruto.
Este año, las precipitaciones han sido inferiores a lo usual. En promedio, la región ha registrado entre 425 y 480 litros por metro cuadrado, cifra que se sitúa por debajo de los 600 litros que se esperarían en un año estándar. Estas precipitaciones tuvieron mayor incidencia en diciembre y enero, aunque junio también aportó con una cantidad significativa de agua que mitigó la sequedad del suelo.
A pesar de la preocupación de que las lluvias tardías puedan propiciar enfermedades en la vid, este no ha sido el caso. Las tormentas de granizo, sin embargo, han tenido un impacto en áreas específicas como Trebujena y Lebrija, afectando la producción final en dichos lugares.
Las condiciones de este verano, comparativamente más suaves que el pasado, han sido beneficiosas para el viñedo. Las temperaturas moderadas, noches frescas y rociadas nocturnas han favorecido una maduración sin alteraciones. En relación con la salud de la uva, salvo algunas excepciones, la incidencia de plagas ha sido baja y el estado general de la fruta es óptimo, mostrando un tamaño superior al del año pasado.
Las previsiones de cosecha se estiman entre un 15 y un 20% superiores a las del año anterior, lo que podría traducirse en aproximadamente 8.000 a 8.300 kilos por hectárea. No obstante, es esencial mantener la prudencia, ya que la vendimia acaba de empezar.
Para garantizar una vendimia de calidad, el Consejo Regulador y la Guardia Civil trabajarán en conjunto, no sólo en el proceso de recolección, sino también en el transporte y molturación en las bodegas. Esta colaboración busca asegurar la autenticidad de los vinos y vinagres, garantizando la confianza del consumidor.
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