Jueves 19 de Octubre de 2023
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La reciente tensión en el paso fronterizo de Le Perthus entre España y Francia, donde alrededor de 500 viticultores franceses bloquearon la entrada y saquearon camiones cargados de productos españoles, ha despertado preocupación en las esferas políticas y comerciales. Este acto pone de manifiesto una serie de problemas subyacentes que afectan tanto a la relación bilateral entre Francia y España como al mercado agrícola de la Unión Europea (UE).
La protesta se centró principalmente en el vino a granel que España exporta a Francia, donde posteriormente se embotella y se comercializa. Las organizaciones agrarias españolas, como Asaja, COAG y UPA, han expresado su descontento y han solicitado medidas gubernamentales para resolver esta problemática.
Eduardo Pérez, presidente de Asaja en La Rioja, cuestionó la inacción de la policía francesa durante el bloqueo, exigiendo que las autoridades competentes "tomen cartas en el asunto". Asimismo, Pérez señaló que estos actos de bloqueo y vandalismo no son aislados y se han dirigido, en esta ocasión, contra las compras de vino español. Subrayó que si el precio del vino a granel está en conformidad con la Ley de la cadena, como debería ser el caso para cualquier producto dentro de la UE, entonces no debería haber problemas.
COAG, por su parte, ha exigido "sanciones severas a Francia" y ha acusado al Gobierno francés de complicidad. Miguel Padilla, secretario general de COAG, señaló que detrás de estos actos existe una estrategia comercial que busca apartar a los productores españoles del mercado comunitario.
Montse Cortiñas, vicesecretaria general de UPA, ha solicitado a la Comisión Europea y al Gobierno español que intervengan de forma efectiva para evitar que estos incidentes se repitan. La organización ha destacado que se trata de un ataque "injusto" que requiere una condena "urgente" por parte de los gobiernos implicados.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (MAPA) ya ha condenado estos actos y ha destacado que se encuentran en conversaciones con las autoridades francesas para resolver el conflicto.
Este episodio va más allá de un mero desacuerdo entre productores y pone en juego aspectos fundamentales como la libre circulación de mercancías dentro de la UE, un pilar sobre el que se erige el mercado único europeo. Actos como estos dañan la confianza y ponen en riesgo la estabilidad de un sistema que se basa en la cooperación y el comercio equitativo entre los Estados miembros.
La tensión en el paso fronterizo de Le Perthus no es un incidente aislado, sino un síntoma de problemas más profundos que afectan a la libre circulación de productos agrícolas dentro de la UE. Requiere una acción gubernamental rápida y efectiva para asegurar que los pilares del mercado único europeo no se vean comprometidos.
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