Miércoles 13 de Diciembre de 2023
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La Denominación de Origen (DO) Tarragona, en un esfuerzo continuo por perfeccionar la calidad de sus vinos, ha emprendido un ambicioso proyecto centrado en la variedad macabeu, uno de sus principales estandartes vitivinícolas. Este estudio, liderado por técnicos del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (INCAVI), se propone investigar cómo la gestión de la carga de poda y la producción por hectárea influyen directamente en la calidad de los vinos elaborados con esta uva.
En el paisaje vinícola de la región de Tarragona, la macabeu ocupa un lugar preponderante, representando aproximadamente el 45% de las viñas adscritas a la DO, con una extensión de 1.313 hectáreas. Esta variedad, conocida por su elevado potencial productivo, presenta un desafío: si la producción es excesiva, puede comprometer la calidad tanto del mosto como del vino resultante. En este contexto, el proyecto busca establecer un equilibrio entre el crecimiento vegetativo de la planta y una producción adecuada mediante la variación de la carga de poda, lo cual puede tener un impacto significativo en la calidad del vino.
El objetivo último de esta iniciativa es dotar a los viticultores y elaboradores de herramientas técnicas que les permitan no solo mejorar la calidad del producto final, sino también adaptar sus cultivos a las nuevas condiciones impuestas por el cambio climático. Esta adaptación busca no solo mejorar la calidad del vino, sino también aumentar la rentabilidad tanto del racimo de uvas como del producto final.
Este estudio no solo se enfoca en la mejora de la calidad del vino, sino también en proporcionar a los viticultores un conocimiento más profundo de los factores que influyen en el equilibrio productivo de la viña. A través de la modificación de la carga de poda, se busca alcanzar un equilibrio productivo óptimo para la macabeu en la DO Tarragona.
Además de sus beneficios directos sobre la calidad del vino, el proyecto se alinea con los principios de la agricultura sostenible. Una carga equilibrada de uvas no solo favorece un equilibrio natural en la planta, sino que también contribuye a prolongar su ciclo de vida, aumenta su resistencia natural a enfermedades y mejora su adaptación a distintas condiciones ambientales que pueden presentarse durante la vendimia.
Por otro lado, la capacidad de definir un desarrollo vegetativo que esté en armonía con una producción de calidad permite ajustar las estrategias de cultivo, reducir la huella de carbono y, en última instancia, ayudar al viticultor a obtener mejores rendimientos económicos.
Se espera que los resultados de este estudio, tras meses de investigación y desarrollo, sean publicados en 2024. Estos hallazgos estarán disponibles no solo para los viticultores y elaboradores que forman parte de la DO Tarragona, sino que también se compartirán con organismos y entidades tanto públicas como privadas, no solo en Cataluña, sino en otras regiones vitivinícolas de Europa. Además, se busca incentivar a otras bodegas y entidades del sector, especialmente otras Denominaciones de Origen, a aplicar las conclusiones de este estudio en sus propios territorios.
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