Jueves 28 de Diciembre de 2023
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El panorama actual del sector vitivinícola experimenta una transformación significativa, impulsada por la necesidad de adoptar prácticas sostenibles. Esta realidad se hace especialmente patente en la labor del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo, una entidad pionera en Tenerife en abordar el desafío del desarrollo sostenible en la viticultura. La sostenibilidad, más que una opción, se ha convertido en un requisito ineludible para garantizar la viabilidad futura del sector.
En el transcurso de más de un año, este Consejo Regulador ha emprendido un viaje transformador hacia la sostenibilidad. Sus acciones abarcan desde investigaciones y ponencias hasta la asistencia a seminarios, todos enfocados en la mejora del sector vitivinícola a través de prácticas sostenibles. Este compromiso demuestra una comprensión profunda de las exigencias actuales y futuras del mercado, así como una responsabilidad hacia el medio ambiente.
Un hito notable en esta jornada ha sido el cálculo de la Huella de Carbono de las oficinas de la Denominación de Origen para los años 2021 y 2022, realizado en colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este análisis no solo refleja la responsabilidad ambiental del Consejo sino que también establece un precedente para otras entidades en el sector. Al medir y comprender su impacto ambiental, el Consejo ha sentado las bases para implementar estrategias de mitigación y mejora continua.
Además, se ha llevado a cabo una investigación exhaustiva para medir los impactos medioambientales generados por la viticultura durante una temporada, así como aquellos originados en los procesos de bodega. Este estudio ha sido esencial para identificar los principales insumos perjudiciales, tanto en la viticultura como en la vinificación, ofreciendo una oportunidad única para replantear y mejorar estas prácticas. El conocimiento adquirido es un recurso invaluable para proponer alternativas más respetuosas con el entorno y para promover un cambio significativo en la industria.
Mirando hacia el futuro, el Consejo Regulador de Tacoronte-Acentejo no solo reconoce los desafíos existentes en términos de sostenibilidad sino que también se compromete a continuar trabajando en ellos. La viticultura, en particular, presenta un amplio margen de mejora. Conociendo los insumos más dañinos para el medio ambiente, se pueden desarrollar estrategias efectivas para mitigar estos efectos. Este enfoque no solo beneficia al entorno sino que también asegura un sector vitivinícola resiliente y perdurable.
El compromiso del Consejo Regulador Tacoronte-Acentejo es un ejemplo ilustrativo de cómo el sector vitivinícola puede y debe evolucionar para enfrentar los desafíos ambientales del siglo XXI. Su liderazgo y acciones proactivas subrayan la importancia de la sostenibilidad no solo como un objetivo empresarial sino también como una responsabilidad ética. Este enfoque integral es esencial para asegurar un futuro próspero y sostenible para la viticultura, donde la calidad del vino se mida no solo por sus características sensoriales sino también por su impacto ambiental y social.
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