Martes 02 de Enero de 2024
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La industria vitivinícola española atraviesa un periodo de transformaciones y desafíos que requieren de una intervención decidida por parte de las autoridades. En este contexto, la Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas (AIVE) ha lanzado un llamamiento urgente para la implementación de una serie de medidas que buscan revitalizar el sector y asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
Liderada por Lorenzo Delgado, presidente de la AIVE, la asociación propone una estrategia multifacética destinada a enfrentar los retos más acuciantes de la industria. Entre las medidas propuestas, destaca la prohibición de la elaboración de bebidas espirituosas y vinagres a base de alcoholes no vínicos, promoviendo el uso exclusivo del alcohol vínico. Según Delgado, esta medida permitiría no solo mejorar la calidad de estos productos, sino también ofrecer una solución viable para la gestión del excedente de vino, estimando que podría absorber entre un 30 y un 40% del vino almacenado, con un impacto positivo en la valoración económica de las variedades de uvas tintas.
La iniciativa de la AIVE no se limita a la gestión del excedente de vino. En un esfuerzo por promover una mayor transparencia y calidad en el sector alimentario, la asociación demanda una clara identificación del origen de los azúcares utilizados en bebidas refrescantes y energéticas. El argumento de la AIVE se centra en la preocupación por el consumo excesivo de conservantes como el E-300 y azúcares industriales de origen incierto, una problemática que, según señalan, está contribuyendo al aumento de los casos de diabetes en niños y jóvenes.
En un giro hacia la promoción de productos más naturales y tradicionales, la asociación aboga por la prohibición del ácido acético sintetizado a partir de la reacción entre monóxido de carbono y metanol, defendiendo el uso de vinagres de origen vínico. Este enfoque no solo resalta la calidad y autenticidad de los productos derivados del vino, sino que también refuerza el vínculo entre el consumidor y los procesos de elaboración tradicionales.
Mirando hacia el futuro, la AIVE solicita una mayor inversión en campañas de promoción enfocadas en el consumo de zumo de uva, especialmente de variedades tintas, subrayando sus beneficios para la salud humana. Esta propuesta se alinea con una tendencia global de consumo responsable y busca incentivar una mayor apreciación de los productos derivados de la uva, más allá del vino.
En un contexto más amplio, la AIVE también pone su mirada en el modelo vitivinícola francés, sugiriendo que España debería ofrecer ayudas a los viticultores que opten por el arranque definitivo de viñedos enfermos o que enfrenten problemas generacionales en el cuidado y mantenimiento de sus cultivos. Esta medida busca no solo preservar la calidad y sostenibilidad de los viñedos españoles, sino también garantizar el relevo generacional y la continuidad de esta tradición milenaria.
Finalmente, la asociación hace hincapié en la necesidad de que la Ley de la Cadena Alimentaria sea aplicada de manera equitativa en todos los sectores, incluyendo las cooperativas. Esta demanda resalta la importancia de una regulación justa y transparente que beneficie tanto a productores como a consumidores, asegurando una competencia leal y el mantenimiento de altos estándares de calidad.
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