La misión de revivir el legendario tostado de Amandi

La ciencia al servicio de la historia vinícola de Galicia

Jueves 11 de Enero de 2024

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En el corazón de la viticultura gallega, un proyecto ambicioso y a la vez meticuloso busca rescatar una joya enológica casi olvidada: el tostado de Amandi. Este vino dulce, que en tiempos pasados se erigió como un distintivo de calidad y singularidad, hoy enfrenta el reto de su recuperación. Un desafío que no es solo agronómico, sino también histórico y cultural.

La clave para este renacimiento se encuentra en la vid localizada en la viña experimental de Os Chancís, en Sober, cuyo linaje debe ser confirmado a través de un riguroso análisis de ADN. Esta verificación genética pretende establecer si la cepa en cuestión desciende efectivamente de las variedades conservadas en el banco de germoplasma de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (Evega), un santuario de la diversidad vinífera gallega.

El origen de Os Chancís, finca de titularidad municipal plantada en 2005, radica en la necesidad de investigar sobre los patrones más aptos para injertos de variedades tradicionales. El trabajo realizado en este espacio, acondicionado por personal local y enriquecido con material del centro de investigación de Leiro, es testimonio de un esfuerzo colectivo por preservar y fomentar el legado vinícola de la región.

La referencia histórica para este empeño se encuentra en las palabras del científico Antonio Casares, quien en su obra de 1843 ya daba cuenta de la elaboración de este vino con la variedad cumbrao. Hoy, la intención es no solo confirmar la autenticidad de la cepa hallada, sino también explorar las posibilidades de su cultivo y producción en un contexto contemporáneo.

El viñedo de Os Chancís, dividido en cinco polígonos, contempla la plantación de la variedad cumbrao en el área conocida como A Fervenza. Las uvas cosechadas se destinarían a la elaboración de un vino experimental, cuyos resultados se compartirían con bodegas interesadas en revivir esta tradición vinícola.

Además de la investigación genética, el proyecto incluye la búsqueda de otras cepas "supervivientes" en la zona de Amandi, un rastreo que conjuga la observación botánica con el conocimiento transmitido por generaciones. Este esfuerzo se alinea con relatos locales que recuerdan la producción de mistela, otro tipo de vino dulce, en tiempos pasados.

Sin embargo, el camino hacia la reintroducción de estos vinos dulces no está exento de obstáculos regulatorios. Actualmente, el reglamento de Ribeira Sacra no contempla la producción comercial de vinos dulces, aunque se han realizado experiencias no comerciales en este sentido. Un ejemplo es el de Jorge Feijoo, de Adega Vella, quien experimentó con uvas pasificadas naturalmente.

El proyecto de Os Chancís no es solo un ejercicio de recuperación agronómica. Representa un esfuerzo por reencontrar y valorizar una parte de la historia vinícola de Galicia, dando nuevos bríos a una variedad que, aunque olvidada, forma parte esencial del rico mosaico enológico de la región.

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