La media luna fértil

El vino es una bebida que ha estado entre nosotros (los humanos) unos 6000 años

Viernes 16 de Febrero de 2024

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Siempre es bueno entender su origen y como llegó hasta nuestras regiones. Y es que este producto, venerado por diferentes civilizaciones y equiparada a bebida de Dioses, ha sido fundamental en el desarrollo social, cultural y económico.

Fueron los Fenicios quienes, en su afán de comerciar con los pueblos mediterráneos, llegaron hasta la Península Ibérica hace 3000 años, concretamente al sur de la península, donde comienzan a comerciar con las tribus locales (Tartessos) y fundan colonias como Cádiz o Málaga. Ellos son los que traen el vino a la península y las viñas que empiezan a plantarse en las zonas de interior del sur de la península.

El Líbano está ubicado en la costa este del Mediterráneo en la llamada Media Luna Fértil. Pero miles de años atrás esta tierra se conocía como Fenicia, cuna de la civilización occidental, inventores del alfabeto, y sin duda uno de los primeros pueblos en elaborar vino...

En la franja costera donde hoy se sitúa Líbano se forjó una civilización de grandes navegantes y comerciantes que llevaron su cultura de la vid por todo el Mediterráneo, cambiando la Historia.

El mar fue el elemento natural de los fenicios, aguerridos navegantes que, guiados por la Estrella Polar –también conocida como la estrella fenicia– y con la Osa Menor marcando el Norte, se convirtieron en los señores del Mediterráneo.

Sus intrépidas naves, pioneras en surcar las aguas de noche, fueron las primeras en rodear África por orden del faraón egipcio Necao II (según el historiador griego Herodoto), y los llevaron a desplegar una poderosa red comercial a través de diferentes concesiones, factorías y colonias. Estos extraordinarios comerciantes, que a través del mar consiguieron todo aquello que su abrupto territorio de origen –la franja costera del Levante mediterráneo antiguamente conocida como Canaán donde hoy se encuentra Líbano, que también se adentraba en Siria, Palestina e Israel– no podía proporcionarles, dejaron una profunda huella en las civilizaciones con las que convivieron y también en las que los sucedieron, a las que legaron (entre otros) su alfabeto y su cultura de la vid.

Si bien los indicios de la elaboración de vino llegan desde épocas prehistóricas(se han encontrado semillas de uvas con mas de 12 .000 años de antigüedad, depositadas en cavidades construidas en la roca dentro de cuevas), y se discute si fueron los sumerios los primeros elaboradores entre los rios Tigris y Éufrates (actual Irak), lo que parece claro es que la distribución del vino por toda la edad antigua tuvo a los fenicios como máximo exponente, propagando el viñedo y el vino, primero a Egipto y después por el resto del mediterráneo, ya que fueron un pueblo dedicado al comercio, transportando en sus barcos infinidad de mercancías entre las que se encontraban ánforas con vino y vides que plantaban en cada zona en la que se establecían.

En la actualidad, regiones como Penedés, Málaga o Cádiz en España y Marsella ,en Francia, deben su origen vitivinícola a los fenicios.

-La propia Biblia ya sitúa el vino en esta zona que hoy se corresponde con El Líbano, primero con Noé, considerado el primer vinatero.

-También Moisés cruzó viñedos en su camino a Canaán, y más tarde fue aquí donde Jesucristo convirtió el agua en vino, en las bodas de Caná.

-Durante el Imperio Bizantino, el cultivo de viñedos se extendió desde el valle del Bekaa a todo Medio Oriente para hacer vino sacramental. Desde entonces, cada monasterio estaría rodeado por un viñedo.

La historia vinícola moderna en El Líbano comienza en 1857, cuando un grupo de monjes jesuitas fundan Ksara en el valle del Bekaa. Los viñedos están ubicados a una altura de más de 1000 metros, resguardados por las montañas que corren paralelas a la costa mediterránea. El clima se caracteriza por largos veranos templados, inviernos lluviosos, y una temperatura promedio de 25 grados. Las bodegas de esta zona son:

Ksara, ubicada en una gruta natural descubierta por los romanos, quienes construyeron varios túneles a partir de ella. Estos fueron ampliados a su tamaño actual durante la primera guerra mundial, con una extensión de casi dos kilómetros. La temperatura de los túneles es ideal para el vino, manteniéndose todo el año entre 11 y 13 ºC. En cuanto a las variedades cultivadas destacan la Cabernet-Sauvignon, Syrah, Semillon, Grenache, Sauvignon-Blanc, Cinsault y Merlot

Otra bodega importante es Château Kefraya se extiende por 300 hectáreas al sur de la ciudad de Chtaura. El viñedo, plantado en una sucesión de terrazas y colinas con cuestas muy empinadas, a una altitud de 950 a 1100 m. en un suelo arcilloso, con lima y piedras, junto con una luz solar excepcional, sin lluvias durante 6 a 7 meses del año. Las variedades más comunes son Carignan, Syrah, Mourvedre, Grenache, Cnsault, Cabernet-Sauvignon, Clairette y Chardonnay.

¿Y por qué son los fenicios los que traen el vino? ¿No había viñas en la península hace 3000 años?

La vid es una planta originaria de Mesopotamia y el Cáucaso. De hecho, el vino más antiguo data de unos 6000 años y fue descubierto recientemente en Armenia. El vino se empieza a elaborar en Mesopotamia y hay varias leyendas que se cuentan sobre el origen del mismo.

Leyenda del origen del vino Rey Mesopotamia

"Dice la leyenda que había un Rey en Mesopotamia al cual le entusiasmaba coleccionar frutos. En aquella zona, donde vivía, se cultivaba uva y cuando llegó la hora de vendimiar, mandó a sus sirvientes cosechar y almacenar la uva recogida en las bodegas del palacio. Dice la leyenda que unos días después, el Rey invitó a algunos amigos a cenar en Palacio y no pudo resistirse a mostrarles sus adquisiciones. Mandó bajar a la bodega a unos cuantos sirvientes, que ya nunca regresaron. Los encontraron pocos días después muertos a todos.

Una semana más tarde, la Reina, llena de rabia y tristeza quiso acabar con el sufrimiento de ver que el Rey dormía en las camas de todas las mujeres de Palacio excepto en la suya. Bajó a las bodegas y con los racimos en sus manos exprimió hasta la última gota para beber el líquido de las uvas malditas, esas que habían matado a los sirvientes únicamente por tocarlas. Al cabo de una hora, la Reina bailaba y juagaba desnuda por el Palacio y se descubrió el vino."

Tras los fenicios, son los griegos y cartagineses quienes empiezan a comerciar con las tribus de la costa oriental de la península (Íberos), ayudando a éstos a conseguir un desarrollo más rápido.

Los griegos por ejemplo introducen su vino y su aceite de oliva en la península. De estos intercambios culturales y económicos surgen la cultura íbera que se asientan en el sur y el este de la península Ibérica.

Y son los Íberos los que empiezan a desarrollar más aptitudes para producir esta bebida. De hecho, hace unos pocos años se descubrió que la bodega más antigua de la Península Ibérica es del periodo íbero de hace unos 2500 años y se encuentra en la zona de Requena. Se trata de unos lagares o piscinas donde se pisaba la uva para posteriormente fermentar el mosto y producir lo que podría ser un tipo de vino. Lógicamente muy diferente al actual que podemos beber. También sabemos que este pueblo es de los primeros en la península en producir una bebida a base de trigo, lo más parecido a la cerveza hoy en día, pero sigamos hablando de vino.

El Imperio Romano se instauró en la península tras la Segunda Guerra Púnica, derrotando a los Cartagineses comandados por Aníbal. Las colonias íberas que comerciaban con los cartagineses lo siguieron haciendo con los romanos, pero los poblados se fueron diluyendo ya que se abandonaron para instalarse en colonias romanas, perdiendo así creencias y la cultura íbera. Con el vino, sucedió lo mismo, cambiando los métodos íberos por los romanos.

Para los Romanos, el vino era considerado alimento y, por ejemplo, a los legionarios se les daba vino antes de la batalla para que lucharan más fuertes/sin miedo.

Cierto es que las tribus germánicas, probablemente también habrían bebido sus dosis de hidromiel.

Los métodos de elaboración y conservación, los grandes viajes para trasladar el vino, hacía que los vinos se pusieran malos (El ciclo de vida del vino es zumo de uva-vino-vinagre), por ello los romanos comenzaron a elaborar vino añadiendo miel, especias como la canela o flores como las rosas y violetas. De esta forma, otorgaban aromas y sabores que enmascaraban el vino rancio y malo que les había quedado. Vamos que podría decirse que los Romanos inventaron el vermut.

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