El vino de proximidad triunfa en Girona

La DO Empordà celebra una jornada multitudinaria con 350 asistentes

Martes 09 de Abril de 2024

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Periodista

Imagina una tarde en Mas Marroch, un lugar donde los aromas y sabores se entrelazan en una danza que solo el Empordà puede orquestar. La VIII Jornada de Vinos DO Empordà se convirtió en el escenario de este encuentro sensorial, un evento que reunió a unos 350 profesionales entre sommeliers, chefs, dueños de bodegas, y claro, periodistas con una pasión por el vino que traspasa el papel.

Este encuentro no es uno más en el calendario. Representa una cita esencial donde la restauración, la hostelería y el comercio vinícola se dan la mano, o mejor dicho, se pasan la copa, para descubrir lo que las bodegas del Empordà tienen para ofrecer. En una sola tarde, los asistentes tuvieron el privilegio de sumergirse en los vinos de una treintena de bodegas de esta denominación ampurdanesa, un tesoro enológico que guarda historias en cada botella.

La jornada, más allá de una simple cata, se revela como un puente entre los productores y aquellos que, día a día, seleccionan qué vinos presentarán en sus menús, qué botellas ocuparán un lugar privilegiado en las estanterías de sus comercios. La DO Empordà, con este encuentro, refuerza su compromiso no solo con la calidad de sus vinos sino también con fortalecer los lazos con el sector más cercano a los consumidores: la restauración y el comercio local.

Es significativo destacar que la mitad de las ventas anuales de la DO Empordà tienen lugar en el mercado gerundense, representando un 50,4% del total. Este porcentaje, lejos de ser una mera estadística, refleja la confianza y la apuesta decidida por el vino de proximidad. Un compromiso de los consumidores locales, pero también de los restaurantes, hoteles y comercios, que eligen brindar a sus clientes la esencia del Empordà en cada copa.

La producción anual de las bodegas de la DO Empordà, que alcanza los seis millones de botellas, es una clara muestra de la pujanza y el dinamismo de esta denominación. Pero más allá de los números, lo que realmente se destila en eventos como la VIII Jornada de Vinos es el espíritu de comunidad, la pasión compartida por el vino y el reconocimiento de su papel no solo como bebida sino como elemento cultural y social que une a las personas.

Al final, lo que se lleva cada participante de Mas Marroch es mucho más que el recuerdo de los vinos degustados; es la certeza de ser parte de una comunidad vibrante (en el sentido más dinámico y enérgico del término) que valora la tierra, sus productos y, sobre todo, las relaciones humanas que se tejen alrededor de una copa de vino.

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