Torres apuesta por la reutilización del agua y la reducción de emisiones

Familia Torres está intensificando sus esfuerzos en la reutilización de agua regenerada y la retención de aguas pluviales como parte de su plan de gestión del agua. Este plan forma parte del programa de sostenibilidad ambiental Torres & Earth, que la bodega implementó en 2008 para adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos. En 2023, la bodega reutilizó el 45% de las aguas de proceso en su bodega de Pacs del Penedès, gracias a una planta regeneradora de agua depurada instalada en 2016. Esta agua regenerada se utiliza principalmente para riego, limpieza y refrigeración.

Además, la bodega recoge prácticamente toda el agua de lluvia de los tejados de sus instalaciones y está explorando la posibilidad de aumentar su capacidad de retención de agua recolectando también la de los viales. Familia Torres cuenta con unas 45 balsas en sus fincas de Catalunya con una capacidad total de almacenaje de agua de 122.000 m³. Estas medidas, junto con otras iniciativas para mejorar la eficiencia del uso del agua en diversos procesos productivos, han permitido a la bodega reducir su consumo hídrico en un 18% desde 2016, con la expectativa de aumentar esta cifra en los próximos años.

La necesidad de instalar riego de soporte en los viñedos en Catalunya es otra medida esencial para preservar la calidad de las uvas y asegurar la supervivencia de las viñas en un clima cada vez más árido. Un tercio de los viñedos propios, unas 300 hectáreas, ya cuentan con riego por goteo, y se planea ampliar esta superficie a 600 hectáreas en los próximos tres años, con una inversión de más de cinco millones de euros. Familia Torres ha optado por sistemas de riego enterrado para evitar pérdidas por evaporación y utiliza estrategias como el riego nocturno, sondas de humedad y sensores para maximizar la eficiencia del riego.

En paralelo, Familia Torres está trabajando para reducir sus emisiones de CO2, otro pilar del programa Torres & Earth. La bodega ha logrado reducir un 37% sus emisiones de CO₂ por botella entre 2008 y 2023, considerando desde la viña hasta el consumidor. Si se contabilizan solo las emisiones directas, esta reducción alcanza el 50%. Las medidas que han contribuido a esta reducción incluyen la autogeneración de energías renovables, la reducción del peso de las botellas y el uso de viticultura regenerativa, entre otras. La bodega se ha fijado el objetivo de reducir sus emisiones de CO2 por botella en un 60% para 2030 y alcanzar las cero emisiones netas en 2040.

Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres, destaca la importancia de la reutilización de las botellas de vidrio para reducir las emisiones asociadas al embalaje y la distribución. Señala que el vidrio es el mejor material para el vino por no liberar sustancias nocivas, a diferencia del plástico. Torres sugiere que la reutilización de botellas en mercados como los monopolios escandinavos podría ser una alternativa viable. También propone embotellar en destino como otra medida para reducir emisiones, una práctica que ya se ha probado en Québec y se espera replicar en los países nórdicos.