Miércoles 20 de Noviembre de 2024
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El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro ha decidido ajustar su normativa para fortalecer el protagonismo de las variedades autóctonas en su producción vitivinícola. En una reciente sesión plenaria, se aprobó una modificación en el pliego de condiciones que restringe significativamente el uso de variedades de uva secundarias en el registro de viñas. Esta medida busca reforzar la identidad y la calidad de los vinos amparados por esta histórica denominación.
La normativa establece que no podrán inscribirse en el registro del Consejo Regulador nuevas plantaciones, replantaciones parciales o injertos que incluyan variedades de uva secundarias. A partir de esta modificación, la lista de variedades autorizadas queda compuesta por 18 consideradas principales y tres secundarias. En el caso de las blancas principales, destacan Treixadura, Godello, Albariño, Loureira, Lado, Torrontés, Caíño Branco, Albilla do Avia y Branco Lexítimo, siendo estas dos últimas incorporaciones recientes. Como blanca secundaria se mantiene únicamente la variedad Palomino.
En el caso de las uvas tintas principales, la lista incluye Caíño longo, Caíño bravo, Caíño tinto, Ferrón, Sousón, Mencía, Brancellao, Espadeiro y Merenzao, estas dos últimas también añadidas recientemente. Entre las tintas secundarias figuran Garnacha Tintorera y Tempranillo.
Esta decisión subraya el compromiso del Consejo Regulador con la preservación y promoción de las variedades de uvas autóctonas de la región, consideradas fundamentales para elaborar vinos con características únicas y arraigadas al terroir del Ribeiro. La introducción de Albilla do Avia, Branco Lexítimo, Espadeiro y Merenzao en el grupo de variedades principales refuerza este enfoque, al reconocer su potencial enológico y su vínculo con la tradición vitivinícola de la zona.
El Ribeiro, una de las denominaciones de origen más antiguas de España, busca con esta iniciativa consolidar su reputación en el panorama nacional e internacional. El objetivo es garantizar que los vinos de la región, elaborados con variedades preferentes, sigan destacando por su calidad y autenticidad, atributos que les han permitido obtener prestigiosos galardones en competiciones de vino y conquistar a un público exigente en los mercados internacionales.
La normativa se implementa en un momento donde la adaptación a los cambios climáticos y las exigencias del mercado representan el día a día de los productores. Al priorizar las variedades autóctonas, el Ribeiro apuesta por la sostenibilidad y la diferenciación, elementos clave para preservar su legado histórico y proyectarlo hacia el futuro. Los viticultores y bodegas de la región asumirán este cambio como una oportunidad para reafirmar el carácter único de los vinos que definen a la denominación.
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