Miércoles 26 de Febrero de 2025
Leído › 1857 veces

El proyecto VINEBOX™ ha certificado el uso de restos de poda de la vid para la producción de cajas y etiquetas renovables. Este consorcio, compuesto por Bodega Matarromera, Ence Energía y Celulosa, y Pago de Carraovejas, ha verificado que la pulpa obtenida de los sarmientos valorizados es adecuada para fabricar papel, que luego se utiliza en la producción de cajas de cartón y etiquetas para vino.
VINEBOX™ busca impulsar el sector vitivinícola evitando la quema de residuos de poda y cumpliendo con la nueva Ley de Residuos. Esta ley prohíbe la quema de residuos vegetales en el ámbito agrario. El proyecto ofrece una solución sostenible al sector, aportando valor al sarmiento de vid. Además, se ha explorado su uso en la industria alimentaria por sus propiedades antioxidantes y microbianas, así como en la creación de aerogeles 3D biodegradables para proteger el vino durante el transporte.
El estudio, que ha durado dos años, se ha centrado en la gestión de las podas del sarmiento en la D.O. Ribera del Duero. El sarmiento tratado se ha utilizado para producir pulpa de celulosa renovable, validada para obtener papel. Este papel se ha empleado en la fabricación de etiquetas y cajas de cartón para vino, cumpliendo con los estándares de dureza y resistencia.

El consorcio ha demostrado que es viable sustituir parte de la celulosa de especies arbóreas por materia prima del sarmiento valorizado. Además, se ha concluido que para una gestión eficiente del sarmiento es esencial contar con puntos de acopio cercanos al viñedo. Estos puntos deben tener maquinaria de valorización adecuada al volumen de sarmiento obtenido.
El proyecto busca dinamizar a todos los agentes del sector vitivinícola para aumentar la producción de pasta de papel en el futuro. Se ha identificado una oportunidad para gestionar de manera sostenible los restos de poda en el sector. Esto es fundamental para cumplir con la Ley 7/2022 de Residuos y suelos contaminados para una Economía Circular.
VINEBOX™ aporta soluciones científico-técnicas basadas en la sostenibilidad, la digitalización, la vertebración social y territorial, y la igualdad de género del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia 2021-2026. En términos medioambientales, la valorización del sarmiento reduce las emisiones de CO2. La quema de sarmiento produce 44 toneladas de CO2, mientras que el acondicionamiento y transporte solo generan 25 toneladas.
El proyecto, cofinanciado por la Unión Europea y el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) con fondos FEDER, tiene un presupuesto de 879.539 euros y un plazo de ejecución de 30 meses. Participan también el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE), y la empresa Athisa, que ofrece soluciones para la recogida y acopio de las podas de sarmiento.
Carlos Moro, presidente de Bodegas Familiares Matarromera, ha señalado que la sostenibilidad es una seña de identidad de la bodega. A través del proyecto VINEBOX™, se ha valorizado los restos de poda de 280 hectáreas de viñedo en la D.O. Ribera del Duero, obteniendo 220 toneladas de sarmiento valorizado. Esto supone una productividad de 0,78 toneladas por hectárea.
Antonio Casal, director de Desarrollo de Negocio de Celulosa de Ence, ha subrayado la importancia de la innovación y la sostenibilidad en la búsqueda de nuevas soluciones dentro de la bioeconomía. Ha resaltado la colaboración entre los diferentes agentes del sector vitivinícola y tecnológico para validar la viabilidad del sarmiento como materia prima renovable.
Pedro Ruiz, CEO de Alma Carraovejas, ha expresado que la sostenibilidad es un valor fundamental en la empresa. Con el proyecto VINEBOX™, se ha demostrado la posibilidad de cerrar el ciclo aprovechando el material procedente de sarmientos para un uso desconocido hasta ahora. Esto permite no solo proteger el medio ambiente, sino también asegurar la sostenibilidad en todas las dimensiones.
Las entidades consorciadas han trabajado junto con la investigadora Amparo López Rubio del IATA (CSIC) en la búsqueda de alternativas innovadoras para obtener productos de alto valor añadido a partir de las podas del sarmiento. Pago de Carraovejas ha centrado sus esfuerzos en determinar la capacidad antioxidante y microbiana de los extractos de sarmiento para su posible uso en la industria alimentaria. Bodega Matarromera ha trabajado en el desarrollo de aislantes térmicos biodegradables para proteger el vino durante el transporte.
En colaboración con Athisa, se ha estudiado la rentabilidad económica del uso de sarmientos de vid valorizados para la producción de energía eléctrica. Se ha cuantificado que una tonelada de sarmiento valorizado puede producir la misma energía que 487 litros de gasoil. Además, se ha demostrado que el poder calorífico del pellet de sarmiento es similar al del hueso de aceituna y que las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el pellet de sarmiento son inferiores a las del hueso de aceituna.
Leído › 1857 veces