Lunes 09 de Junio de 2025
Leído › 1132 veces

Marta Cortizas, sumiller de El Celler de Can Roca, compartió su visión sobre el vino y la sumillería en una entrevista reciente para el diario El País. Nacida en A Coruña en 1992, Cortizas se ha convertido en una figura conocida dentro del sector tras ganar el Campeonato de España de Sumilleres este año. Su trayectoria comenzó lejos del mundo del vino, ya que desde pequeña pensó que su futuro estaría ligado a la música, la danza o la interpretación. Estudió Bellas Artes y más tarde diseño de moda, pero su sensibilidad artística encontró un nuevo camino en la sumillería.
Durante su infancia, Marta pasó los fines de semana entre dos aldeas gallegas: Monfero, en el parque natural de Fragas do Eume, y Villarmayor, cerca del mar. Ella considera que esa combinación de paisajes influyó en su percepción sensorial y en su manera de entender los aromas y sabores. Más adelante, su pareja, el cocinero Javi Alonso, le sugirió que tenía un talento especial para identificar matices en los vinos y le animó a formarse como sumiller.
Cortizas estudió en el Instituto Galego do Viño (Ingavi), donde pronto se sintió cómoda y motivada. Explica que el vino le permite aprender sobre geografía, historia, climas, suelos y variedades de uva. Terminó como la primera de su promoción en 2021. Gracias al apoyo de su entorno, consiguió hacer prácticas en El Celler de Can Roca, uno de los restaurantes más conocidos tanto en España como fuera del país.
En El Celler trabaja junto a Josep Roca, responsable de la bodega y parte fundamental del equipo junto a sus hermanos Joan y Jordi. Desde sus primeros meses allí, Marta sintió que estaba aprendiendo mucho y decidió quedarse. Su carrera avanzó rápido: en 2023 participó por primera vez en el Campeonato de Sumilleres de Cataluña y obtuvo el tercer puesto; al año siguiente ganó el concurso regional y después se impuso en el certamen nacional celebrado en Madrid.
Marta reconoce que nunca pensó en presentarse a un concurso porque solo se consideraba exigente consigo misma. Sin embargo, Josep Roca le propuso participar como una forma de seguir aprendiendo y preparándose. Ahora mira hacia nuevos objetivos y muestra interés por participar en campeonatos internacionales para conocer a profesionales de otros países.
En la entrevista, Cortizas afirma que para ella el vino puede ser arte. Relaciona esta idea con su formación artística y con la capacidad del vino para transmitir emociones y sensaciones complejas. Explica que disfruta improvisando durante las catas o cuando atiende a los clientes en la sala del restaurante. También señala que no hay ningún ingrediente que no le guste y que siempre ha tenido una sensibilidad especial para percibir lo que necesita un plato o un vino.
Actualmente, Marta Cortizas sigue trabajando como sumiller principal en El Celler de Can Roca. Su experiencia personal muestra cómo la formación artística puede aportar nuevas perspectivas al mundo del vino y cómo la pasión por aprender puede abrir caminos inesperados dentro del sector gastronómico.
Leído › 1132 veces