Lunes 08 de Septiembre de 2025
Leído › 1300 veces

La vendimia de este año en España se ve afectada por las olas de calor registradas en los últimos meses, según los datos de las Cooperativas Agroalimentarias. Las previsiones iniciales apuntan a que la producción total de vino y mosto no superará los 38 millones de hectolitros. Esta cifra supone una ligera mejora respecto a los 36,8 y 32,2 millones de hectolitros obtenidos en los dos años anteriores, pero sigue lejos de la media de 43 millones registrada en la última década.
El inicio de la recolección se ha producido en algunas zonas para las variedades más tempranas, mientras que en el resto del país la vendimia se generalizará en las próximas semanas. Las altas temperaturas y la sequía han sido los principales factores que han limitado la producción. Además, enfermedades como el mildiu, tormentas, pedriscos y daños provocados por fauna salvaje, especialmente jabalíes, han agravado la situación en los viñedos. La presencia de lluvias antes del comienzo de la vendimia podría haber incrementado el volumen final.
A estos problemas se suma la reducción progresiva de la superficie dedicada al cultivo de vid. En las últimas décadas, España ha pasado de contar con más de 1,3 millones de hectáreas a menos de 900.000. Este descenso responde tanto a arranques voluntarios como a medidas con ayudas públicas y a limitaciones impuestas sobre los rendimientos en viñedo y bodega.
Sin embargo, el sector vitivinícola español también se enfrenta a una demanda interna que ha cambiado notablemente. El consumo per cápita ha bajado, influido por motivos relacionados con la salud y por el aumento del consumo de otras bebidas alcohólicas con mayor graduación. El sector no ha logrado adaptar su oferta a los gustos y posibilidades económicas de los consumidores jóvenes ni atraer a nuevas generaciones al consumo habitual de vino. Por otro lado, bebidas como la cerveza han conseguido ajustar su oferta a distintos segmentos del mercado con mayor rapidez.
En este momento, el consumo directo de vino muestra un leve repunte tras años de descenso continuado. En el último año se ha registrado un aumento del 0,5%, alcanzando los 9,8 millones de hectolitros. Sin embargo, esta cifra está lejos de los más de once millones consumidos en 2020. Actualmente, España mantiene un stock total de vino cercano a los 33,8 millones de hectolitros, principalmente tintos. Este volumen se ha reducido en parte durante el último año.
Ante esta situación y con una producción elevada respecto al consumo interno, España sigue siendo uno de los principales países exportadores tanto en vinos envasados como a granel. Las cooperativas y grandes grupos bodegueros lideran estas ventas al exterior. La exportación a granel permite liberar excedentes aunque implica una menor obtención de valor añadido para el sector. En conjunto, las ventas internacionales generan ingresos superiores a los 3.000 millones de euros anuales.
Rafael del Rey, experto del sector y miembro de la consultora AWM, señala que los vinos españoles cuentan con buenas oportunidades para competir fuera por su calidad y precios ajustados. Sin embargo, existen obstáculos como las políticas arancelarias en Estados Unidos o las restricciones fiscales en Reino Unido que dificultan el acceso a estos mercados. Del Rey subraya también el potencial que ofrecen países del norte de Europa y otros mercados fuera del continente europeo.
El especialista considera necesario que las empresas exportadoras españolas mejoren su capacidad para adaptar sus productos a las demandas específicas de cada país importador. Pone como ejemplo la estrategia seguida por exportadores italianos para consolidar su presencia internacional.
Actualmente, España vende vino en casi 200 países diferentes. Dentro del ámbito comunitario figuran Italia, Francia o Alemania entre sus principales destinos; fuera del continente europeo destacan Estados Unidos, Canadá y varios países del centro y sur del continente americano.
Leído › 1300 veces