Familia Torres cierra la vendimia en Catalunya con la variedad pirene y apuesta por uvas ancestrales

La bodega impulsa cepas resistentes y viñedos de altura para afrontar el cambio climático y mantener la calidad del vino

Jueves 09 de Octubre de 2025

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Familia Torres cierra la vendimia en Catalunya con la variedad pirene y apuesta por uvas ancestrales

Familia Torres ha terminado la vendimia de este año en Catalunya con la recogida de la variedad ancestral pirene en su finca de Sant Miquel de Tremp, situada en el Prepirineo a 950 metros de altitud. Esta variedad, recuperada por la bodega, marca el cierre de una campaña que ha durado ocho semanas y que ha finalizado una semana antes que en 2024. La vendimia ha supuesto un trabajo intenso tanto en el campo como en la bodega.

Pirene es una de las variedades antiguas que Familia Torres está impulsando junto a forcada, moneu y gonfaus. La bodega apuesta por estas uvas no solo por su interés enológico, sino también por su capacidad de adaptarse a las condiciones que impone el cambio climático. La plantación de pirene en viñedos de gran altitud permite obtener mejores resultados, según explican desde la empresa.

Josep Sabarich, director técnico de Familia Torres, señala que el cierre de la campaña con la variedad pirene confirma la estrategia de la bodega para adaptarse al cambio climático. La empresa apuesta por cepas resistentes y viñedos en zonas altas para afrontar los cambios en las condiciones meteorológicas. Familia Torres cuenta con más de 1.000 hectáreas de viñedos propios en el Penedès, Conca de Barberà, Priorat y Costers del Segre, y colabora con cerca de 700 proveedores de uva.

Sabarich explica que la campaña de 2025 ha sido muy buena, con rendimientos normales y sin los problemas de sequía que se vivieron en años anteriores. El director técnico afirma que ha sido una vendimia exigente pero con uvas de excelente calidad, lo que permitirá elaborar vinos aromáticos y con buen potencial.

El ciclo agrícola comenzó con un invierno suave y una primavera fresca y lluviosa. Estas condiciones favorecieron un crecimiento vigoroso de las vides, aunque el desarrollo fue algo más lento de lo habitual. El inicio del verano estuvo marcado por temperaturas altas y escasez de lluvias, lo que ayudó a que las plantas recuperaran su ritmo habitual. En agosto, una ola de calor aceleró la maduración de las variedades blancas y tempranas, lo que llevó a adelantar el inicio de la vendimia.

La campaña comenzó el 13 de agosto con intensidad. Para mediados de septiembre, la mayoría de las uvas blancas ya habían sido recogidas. Según Sabarich, los vinos blancos obtenidos este año presentan un perfil fino y aromático. En el caso de las variedades tintas, el calor tuvo menos impacto y se optó por adelantar ligeramente la recolección para conseguir vinos con una maduración menos marcada.

A partir de mediados de septiembre, el ritmo de la vendimia fue más pausado debido al descenso de las temperaturas y a noches más frescas. Los vinos tintos elaborados en esta campaña presentan una acidez elevada, colores intensos y aromas a fruta roja. Además, muestran una tensión en boca que aporta sensación de longitud y frescura.

Familia Torres continúa así su apuesta por la recuperación de variedades ancestrales y la adaptación a nuevas condiciones climáticas, buscando mantener la calidad y personalidad de sus vinos en cada vendimia.

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