Úrsula Marcos
Miércoles 13 de Abril de 2022
Las rutas del vino en Aragón figuran entre los destinos españoles de enoturismo más atractivos. Y no es de extrañar, ya que desde el siglo XII, esta comunidad autónoma ha vivido de las viñas. Es más, en el siglo XVIII y tras algunas vicisitudes, los vinos aragoneses abastecían a una gran parte de España.
En la actualidad, el sector vinícola aragonés dispone de 4 denominaciones de origen (D.O.): Calatayud, Campo de Borja, Campo de Cariñena y Somontano. Además, cuenta con:
El enoturismo en Aragón está creciendo de forma exponencial. Y no solo porque los españoles estamos bebiendo más vino. Es un destino vinícola excelente que viene a completar todos los atractivos naturales, culturales, deportivos, patrimoniales y gastronómicos de la comunidad. De hecho, cada denominación de origen dispone de su propia Ruta del Vino.
Esta localidad es la segunda más importante de la provincia de Zaragoza, por detrás de la capital. Se encuentra a menos de una hora de Madrid y a veinticinco minutos de la capital del Ebro. Ofrece a los amantes del vino bodegas aragonesas con muchísimo carácter, las cuales están acostumbradas a lidiar con tierras duras y condiciones extremas.
Además, atesora los viñedos más antiguos y es la cuna de la garnacha. En la época romana, ya existían vestigios de cultivo de vino en Segeda, los cuales podremos explorar en esta zona.
Es conocida también como la Ruta de la Garnacha y está a unos 60 kilómetros de Zaragoza, al noroeste de la provincia. Este territorio está asociado naturalmente al Moncayo e influida por la cultura cristina, árabe y judía. Con ocho siglos de antigüedad vinícola, ofrece vinos aromáticos, potentes y muy cálidos, pero también propuestas finas, distinguidas y sutiles.
Cuenta con Enoaventúrate, donde se descubre el vino y su entorno a partir de actividades de turismo activo. La marcha nórdica, el mushing y el vuelo en globo, maridadas con vinos de la tierra, tienen cabida en esta ruta.
También en la provincia de Zaragoza, se sitúa esta zona vinícola con bodegas con solera: Hacienda Molleda, Paniza, Solar de Urbezo, Care... Representan una forma de vivir la creación vinícola desde la tradición y hacia la vanguardia. La descripción publicitaria de estos vinos es elocuente: «El vino de las piedras», un matiz que aporta carácter y diferenciación.
Hasta trece localidades, entre las que destacan la propia Cariñena, Aguarón, Muel, Paniza y Villanueva de Huerva, participan en este recorrido turístico. Asegura bellos escenarios naturales, viñedos espectaculares, bodegas de ensueño y sensaciones absolutamente únicas.
Está localizada al pie de los Pirineos y del río Vero, en la provincia de Huesca. Una tierra que se relaciona con el vino, con amor y arte, en un entorno espectacular. Dispone de bodegas perfectamente habilitadas para recibir a visitantes. Entre ellas, algunas tan aclamadas como Viñas del Vero, Enate, Sommos, Pirineos y Otto Bestué. Muchas incluyen museos y clubes, al tiempo que proporcionan experiencias sensoriales impactantes.
Aragón es una región absolutamente sorprendente. Zaragoza, por ejemplo, es mucho más que su impresionante plaza de las catedrales, la cual comparten El Pilar y La Seo. El Palacio de la Aljafería, el Teatro Romano, las zonas de marcha y sus parques son atractivos fantásticos.
Además, las denominaciones de origen vinícolas que hemos señalado presentan encantos turísticos ciertamente estimulantes:
En definitiva, las rutas del vino en Aragón lo tienen todo para satisfacer a los enoturistas más exigentes. Basta con visitarlas para descubrir el sabor, el aroma y los matices de estos cuatro escenarios vinícolas incomparables.