El conflicto entre Argentina y España por el uso de Rioja viene del año 1999

Escrito porLuis Pablo

Jueves 17 de Mayo de 2012

Leo en rioja.com un interesante artículo sobre el conflicto originado estos días entre Argentina y España por el uso del término 'Rioja' para el envasado de los vinos argentinos, y la verdad no está nada claro, teniendo en cuenta que Argentina también posee una provincia que se llama La Rioja y que produce vinos.

La región productora de La Rioja del país andino ha intentado desde entonces indicar el origen de sus vinos con el nombre de la propia región y el Consejo Regulador español, por su parte, ha intentado protegerse, diplomática y judicialmente, para obtener garantías por un caso claro de sinonimia y ante el temor de que se utilice ilegítimamente el prestigio y la tradición de Rioja en los mercados internacionales.

De hecho, una delegación del Consejo Regulador visitó en el año 2000 Argentina para intentar llegar a un acuerdo que no fue posible. En este sentido, las autoridades y los productores argentinos consideran que con la inclusión junto al nombre de la denominación de origen ‘La Rioja’ de la palabra Argentina se evita la confusión al consumidor y que tienen pleno derecho a utilizar comercialmente el término que da nombre a su región vitícola.

En el año 2002, tras el reconocimiento del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) de La Rioja Argentina como denominación de origen, el Gobierno español se comprometió a intentar encontrar soluciones diplomáticas en las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur, que no se han producido, mientras que el Consejo Regulador de Rioja iniciaba una batalla judicial, que ha perdido en primera y, ahora, en segunda instancia.

El caso es que el Consejo Regulador aportó en su defensa judicial una encuesta encargada a la consultora Nielsen en la que casi el 60% de los consumidores internacionales identificaba los vinos de La Rioja Argentina con los de Rioja, con lo que da por hecho de que la confusión existe y existirá por mucho que argumenten los tribunales.

Un artículo de Luis Pablo

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