Los 8 mejores Gran Reserva de Rioja en 2024

En una cata a ciegas profesional de un "gran reserva" realizada en cualquier punto del globo para saber el origen del vino, la mayoría apuntaría al rioja. La identificación de una zona en los actuales tiempos es harto difícil. En cambio, la Rioja es la zona del mundo en donde se produce un vino identificable por su larga y especial crianza en barrica de roble americano como son sus Gran Reserva. No ocurre lo mismo con el resto de los vinos riojanos.

La clave principal de un "gran reserva" tradicional es recoger las entrañas de una madera curtida por innumerables cosechas y bastantes trasiegos en el que desaparecen los caracteres primarios de la uva, imponiéndose la presencia de los signos terciarios de la microoxidación. En muchos casos se intentaba eliminar los rasgos afrutados con una permanencia inicial en depósitos de cemento.

Hoy estas prácticas pueden resultar algo obsoletas porque nos trasladan a tiempos pasados cuando las crianzas eran casi ilimitadas, con el peligro de alguna filtración del vino entre las duelas y los elevados niveles de humedad de las naves de envejecimiento. Hasta comienzos de los 90 rara era la bodega que no tuviera una barrica deteriorada, de tal manera que gran número de firmas históricas disponían de una tonelería propia, más para sustituir la duela afectada que para fabricar una barrica nueva.

Cuando a principios de la citada década se puso de moda el vino de gran extracción, de mayor grado alcohólico y color, fruta madura y barrica nueva bordelesa; los "gran reserva" estaban de capa caída. Pensábamos que el gran reserva tendría los días contados ante el mediocre panorama cualitativo de este vino. Incluso López Heredia, la más ortodoxa de las bodegas históricas, sufrió financieramente. Hasta entonces el GR era vino más caro de la Rioja para convertirse en esos años en los más baratos que los entonces llamados vinos de "alta expresión", más jóvenes y con menor crianza en roble. Las propias bodegas llegaron a convencerse que los nuevos tiempos descartaban estos vinos antiguos, sin caer en la cuenta de que no era por la excesiva crianza, sino de la mala crianza. Se entendía que los rasgos húmedos y mohosos, clorados e incluso oxidados, eran inherentes a estos vinos debido a la larga permanencia en bodega, en donde la telaraña y la humedad formaban parte de un ornamento muy aceptado entonces.

Qué es un "Gran Reserva"

Los términos Reserva y Gran Reserva han sido históricamente un subtítulo que otros países, como Italia, Chile, Portugal o Argentina, han adoptado no tanto por su larga de crianza sino como un vino especial, un "vino reservado" para una mejor ocasión de venta, capaz de soportar en bodega su lucha con el tiempo.

Cuando en los años setenta comencé a visitar las bodegas riojanas en los me explicaron que el único vino que se elegía desde un principio para ser GR se elaboraba de un modo diferente, de manera que pudiera sortear los obstáculos de la mayor permanencia en barrica. Cosechas de intenso color y elevada acidez antes de llevarlos a las barricas, frente a los más ligeros y abiertos de color de los crianza e, incluso, los reserva. Si en aquellos años preguntaba si por curiosidad podía catar el vino destinado a GR antes de pasar a la barrica, me respondían que no me iba a gustar por su color muy intenso (entonces no se llevaba), su astringencia tánica y acidez, en la mayoría de las veces añadida, como sostenes para un envejecimiento seguro. En aquellos tiempos no todas las añadas servían para GR. Los racimos debían ser más maduros, con una mayor extracción de color y taninos, con encubados más largos e, incluso, con acidez añadida para no sucumbir a base de innumerables trasiegos y las microoxidaciones en las barricas, lo cual suponía pérdidas de la acidez y taninos. El tiempo en madera no estaba sujeto a unos límites.  El vino podía permanecer en barrica como mínimo 5 años, sostenido no solo por su fortaleza, sino también por ciertas prácticas mezcladoras con vinos más jóvenes o, incluso, más viejos.