Javier Campo
Jueves 05 de Julio de 2018
El corazón de La Rioja. Así es como definen algunos a San Vicente de la Sonsierra, lugar donde su ubica la bodega de la que hablamos hoy: la Hacienda López de Haro. San Vicente de la Sonsierra se encuentra en una situación privilegiada para el cultivo de la vid. Una región ubicada bajo la sierra de Cantabria y la sierra del Toloño, que le resguardan de los fríos vientos del Cantábrico, y con el río Ebro al sur para proporcionarle la humedad que necesita.
Y precisamente le damos importancia y hablamos de éste pueblo, porque lo que se pretende con éste vino es reflejar el alma del mismo, su paisaje y su historia.
Trescientas doce barricas de varios robles seleccionados albergan durante catorce meses las cerca de 90.000 botellas de éste vinazo de tempranillo y mazuelo. Un total de 39 parcelas de varios viticultores son las elegidas. Cepas de más de 50 años te dan un mensaje claro de calidad y respeto por la tierra.
Su color es el de las cerezas y tiene una capa media alta. En nariz es bastante complejo y dinámico y presenta aromas a frutas rojas y negras. La madera está presente de manera equilibrada aportando toques balsámicos, de vainillas y tostados, entre otros que van apareciendo durante sus giros. En boca es de tanino amable y fácil de beber. Su carnosidad se recrea en un largo recuerdo.
Javier Campo