Javier Campo
Jueves 23 de Enero de 2020
Una familia que no tiene nada que ver con el mundo del vino y que llega de muy lejos, abandona la urbe y un despacho para embarcarse en una aventura vitivinícola en una recóndita región del sur de Aragón. Ahí nace Sifer Wines.
Cercana a la Terra Alta, la comarca de La Matarraña comparte con la catalana tierra y clima, además, de algunas de sus variedades como la protagonista del vino que os presento hoy. Se llama Ephraim, un nombre cargado de simbolismo bíblico y que fue uno de los líderes de las 12 tribus.
Ephraim es un vino en el que el respeto por el producto empieza por la tierra a la que no mancillan con productos químicos y las levaduras son las propias de la garnacha con la que se elabora.
La fermentación es espontanea gracias a estas y es un vino con 20 días de maceración y 20 días de fermentación. Ahí terminamos el proceso y el vino, cuyo resultado se expresa entre lo salvaje y la complejidad de la sencillez.
Visualmente nos encontramos ante un vino de color cereza picota, limpio y brillante. En nariz se muestra tímido a copa parada y, en movimiento, gana aromas a frutos rojos y hierba seca. En boca tiene el poder y la calidez de la garnacha, con elegancia y con un tanino amable y redondo. Por su graduación, es interesante tomarlo con un plus de frió.
Javier Campo