La producción vitivinícola española se desploma un 21,2%

Martes 30 de Julio de 2024

Cambios en los hábitos de consumo marcan el mercado del vino en España

El Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) ha publicado datos actualizados que ofrecen una visión detallada de la situación del sector vitivinícola tanto en España como en el ámbito mundial. Estas cifras abarcan aspectos clave como el consumo, la producción, la superficie de viñedo y las exportaciones, proporcionando una radiografía del estado actual del mercado del vino.

En el caso de España, el consumo de vino en los últimos doce meses hasta mayo de 2024 (TAM) alcanzó los 9,83 millones de hectolitros, lo que representa un incremento del 1,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este aumento en el consumo global se desglosa en diferentes canales: el consumo en el hogar, que incluye la compra de vino en establecimientos de alimentación, experimentó una ligera caída del 0,1%, situándose en 4,07 millones de hectolitros. Por otro lado, el consumo en el sector de la hostelería, que abarca bares, restaurantes y otros establecimientos de servicio de alimentos y bebidas, disminuyó un 3,1%, alcanzando los 2,09 millones de hectolitros. Estos datos reflejan cambios en los hábitos de consumo de los españoles, posiblemente influenciados por factores económicos o cambios en el estilo de vida.

La producción de vino y mosto en España ha mostrado una notable disminución del 21,2% en el periodo TAM mayo de 2024, con una producción total de 32,1 millones de hectolitros. Esta reducción es significativa y puede estar relacionada con una variedad de factores, entre los que se incluyen condiciones climáticas adversas, como sequías o heladas, así como posibles cambios en la gestión de los viñedos y prácticas agrícolas. La reducción en la producción también puede tener un impacto en la oferta de vino en el mercado, influyendo en los precios y en la disponibilidad de ciertos tipos de vino.

En cuanto a la superficie de viñedo, España reportó una ligera disminución del 0,3% en 2023, con un total de 928.517 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid. Aunque esta reducción es modesta, indica una tendencia hacia la estabilización o incluso una ligera contracción en la superficie de cultivo, que podría estar influenciada por factores económicos o por políticas agrícolas que desincentivan la expansión de nuevos viñedos.

Las exportaciones vitivinícolas de España han registrado un crecimiento notable en volumen, con un aumento del 5,8% hasta alcanzar los 2.845 millones de litros en el TAM mayo de 2024. Sin embargo, el valor económico de estas exportaciones creció solo un 0,6%, alcanzando los 3.475 millones de euros. Esto sugiere que, aunque se está exportando más vino, el precio medio por litro no ha aumentado de manera significativa, lo que podría estar relacionado con la competencia en los mercados internacionales o con una mayor exportación de vinos a granel de menor precio. Un análisis más detallado de las exportaciones por comunidades autónomas y provincias hasta marzo de 2024 muestra un volumen de 2.774 millones de litros, con un crecimiento del 0,8%, mientras que el valor total disminuyó un 3,4%, alcanzando los 3.408 millones de euros. Esto destaca las diferencias regionales en términos de exportación y valor agregado en la producción de vino.

A nivel mundial, el comercio de vino en 2023 experimentó una disminución del 6,5% en volumen, totalizando 9.838 millones de litros. El valor económico del comercio global de vino también sufrió una caída del 4,7%, situándose en 35.957 millones de euros. Sin embargo, el precio medio por litro aumentó un 1,9%, alcanzando los 3,66 euros. Este aumento en el precio medio podría indicar una mayor demanda de vinos de alta calidad o una respuesta a la reducción en la producción global, que ha ajustado la oferta en el mercado.

Según la nota de coyuntura de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) publicada en abril de 2024, el consumo mundial de vino se contrajo un 2,6%, situándose en 221 millones de hectolitros. Esta contracción en el consumo global puede estar vinculada a cambios en los patrones de consumo en diferentes regiones, así como a factores económicos que afectan el poder adquisitivo de los consumidores. La superficie mundial de viñedos se mantuvo relativamente estable, con una ligera disminución del 0,2%, totalizando 7,2 millones de hectáreas. Esta estabilidad en la superficie cultivada sugiere que, a nivel global, no ha habido una expansión significativa en la capacidad de producción.

La producción mundial de vino sufrió una notable reducción del 10%, alcanzando los 237 millones de hectolitros. Este descenso puede atribuirse a una serie de factores, incluyendo el cambio climático, que ha afectado a las condiciones de cultivo en muchas regiones, así como a posibles cambios en las políticas de producción y en las estrategias de los productores. La reducción en la producción global también podría influir en la oferta y demanda de vino en los mercados internacionales, con posibles implicaciones para los precios y para el comercio mundial de este producto.

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