Miércoles 01 de Febrero de 2017
La vid europea, Vitis vinifera, es una especie de antiguo conocimiento de la humanidad, teniéndose referencias de ella y de su producto (el vino), Hace mas de 5000 años en Egipto.
Su origen parece haber sido entre los mares Negro y Caspio, donde todavía crece en condiciones silvestres.
Esta planta adquirió importancia cuando se extendió a los países del mediterráneo y por todo el Imperio Romano.
Una importantísima viticultura se desarrollo en Francia, España, Italia, Bulgaria, y algo menor en Alemania, Hungría y otros países.
Los conquistadores españoles fueron los encargados de diseminar esta especie por América, consolidándose fuertemente en México, el suroeste de los Estados Unidos de América, Chile y Argentina, y en menor medida en Perú, Brasil y Uruguay.
Las variedades de vid para vino que existen en la antigüedad se han seleccionado lentamente desde tiempos muy remotos. Por ejemplo, la variedad Moscatel era conocida por los griegos y la variedad Syrah fue llevada por los romanos desde Siracusa a Francia en tiempos del imperio.
Con el tiempo en cada localidad donde se producía vino se fueron seleccionando aquellas planta que presentaban mejor adaptación y calidad en el producto, quedando de esta forma ligadas a ciertos tipos de vino hasta la actualidad.