Cómo enamorar con una etiqueta

Escrito porWinery On

Jueves 15 de Septiembre de 2016

Hablamos del arte de enamorar con una etiqueta cuando al crear un vino le damos valor al diseño de la etiqueta, creando diseños para seducir, para encender la chispa y ser esa primera señal que nos atraiga. Si además el vino contenido en esa botella es de calidad y tiene personalidad, entonces surge el enamoramiento y sin duda la experiencia será inolvidable para nuestros sentidos.

Es por lo tanto la etiqueta de un vino su carta de presentación en el mercado y conscientes de ello los productores de vino dedican una parte muy importante del esfuerzo en las nuevas creaciones al diseño de sus etiquetas.

Y es que una etiqueta original es más probable que llame la atención de los consumidores y al fin y al cabo lo que se busca es conseguir una venta, pero no una venta sin más, sobre todo se intenta conseguir un consumidor fiel, que encuentre en el vino una serie de cualidades que le hagan repetir. Que recuerde el vino, que piense en él y busque la forma de adquirirlo de nuevo.

De forma natural, el diseño de etiquetas de vino es considerado un aspecto importante de la creatividad actual, de hecho se organizan concursos de diseño en los que participan escuelas de arte de todo el mundo y profesionales del mundo del arte, del diseño y la fotografía hacen sus creaciones para bodegas innovadoras que invierten una parte importante de su esfuerzo al crear un vino en crear su imagen y plasmarlo en su etiqueta.

 

Contenidos que además deben aparecer en las etiquetas

No debemos olvidar que independientemente del color, textura, tamaño o diseño de la etiqueta frontal, en una botella de vino deben aparecer otra serie de contenidos que son obligatorios y están regulados por ley y que normalmente se incluyen en la etiqueta trasera, aunque algunos pueden contenerse en la etiqueta frontal.

Estos contenidos son:

  • Año de la cosecha de la uva empleada.
  • Denominación de Origen o a la indicación protegida a la que pertenece el bodeguero productor del vino. Para conocer el  Consejo regulador que lo vigila y protege.
  • El nombre comercial con el que se da a conocer públicamente el vino.
  • El embotellador.
  • El grado de alcohol.
  • El número de lote.
  • Si contiene alérgenos.
  • El número del registro del embotellador del vino.
  • La cantidad de vino que hay en la botella. Se indica en centilitros.

 

Etiquetas diseñadas para seducir.

 En el mercado encontramos todo tipo de etiquetas,  desde las más tradicionales o etiquetas clásicas que  muestran el nombre del vino o un emblema de la  bodega hasta las más vanguardistas, pasando por  diseños minimalistas, vintage e incluso atreviéndose en  el uso de texturas y composiciones fotográficas.

Algunos ejemplos de estas creaciones artísticas en las etiquetas de sus vinos los encontramos en WineryArt Bodegas, bodega innovadora en la que se reúne una buena muestra de las etiquetas de vinos más atractivas y originales del mercado.

Sin duda, enamorar con una etiqueta no es fácil. La etiqueta debe formar parte de la personalidad del vino, el diseño debe estar estrechamente ligado a su esencia, a sus cualidades, al contenido.

La etiqueta puede y debe ayudarnos en a tomar una decisión al crearnos una expectativa, un deseo. Nos ayudará a que conozcamos el vino. A darle la oportunidad de que nos conquiste por sus cualidades organolépticas además de las visuales.

Una vez conocido el vino en todo su conjunto su etiqueta quedará en nuestra mente como parte de su identidad y singularidad.

En resumen, etiquetas sugerentes y originales para llamar la atención, para crear un recuerdo, para forjar un vínculo, para cautivar. ARTE en estado puro en el mundo del vino es enamorar con una etiqueta.

Un artículo de Winery On

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