Científicas españolas al frente de la investigación sobre el vino y sus beneficios para la salud

Un enfoque científico hacia el envejecimiento saludable

Viernes 08 de Marzo de 2024

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María Pérez y Patricia Pérez

La ciencia y la tecnología, campos históricamente dominados por hombres, están siendo testigos de un cambio significativo gracias al esfuerzo y la dedicación de mujeres que día tras día demuestran su valía y capacidad. En este sentido, la nutrición y la salud constituyen áreas de gran importancia donde el aporte femenino ha sido y sigue siendo fundamental. A lo largo de la historia, innumerables mujeres han trabajado, muchas veces sin el reconocimiento debido, en el avance de estas ciencias, jugando roles esenciales en el desarrollo y comprensión de la nutrición humana. Este ámbito no solo es complejo por la diversidad de factores que lo influencian sino también por el impacto directo que tiene en el bienestar de la sociedad.

Con motivo del Día de la Mujer, es oportuno destacar el trabajo de dos científicas españolas que están marcando la pauta en la investigación sobre los efectos del consumo moderado de vino en la salud. Estas investigaciones, que han sido seleccionadas para recibir apoyo de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) bajo el auspicio de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), buscan profundizar en el conocimiento sobre cómo el vino, consumido con moderación, puede influir positivamente en nuestra salud.

La Dra. Patricia Pérez, vinculada con el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) y colaborando estrechamente con instituciones de renombre como el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) y el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV), lidera una de estas investigaciones. Su estudio se centra en el impacto del consumo moderado de vino dentro de una dieta equilibrada y su potencial protector frente a las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer o el deterioro cognitivo leve. Este enfoque es especialmente interesante ya que propone el consumo de vino no solo como un placer gastronómico, sino como una estrategia nutricional con posibles beneficios para ralentizar o incluso revertir el deterioro cognitivo asociado con la edad.

Esta investigación, que cuenta con la colaboración de tres mujeres científicas más, destaca por su enfoque multidisciplinario, combinando conocimientos de tecnología de los alimentos, química y salud. Este equipo de trabajo, formado por la Dra. Victoria Moreno, la Dra. Begoña Bartolomé y la Dra. M. José Motilva, aporta una diversidad de perspectivas que enriquece el estudio y subraya la importancia de la colaboración entre distintas áreas del conocimiento para abordar los retos que plantea la ciencia moderna.

Por otro lado, la Dra. María Pérez, del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lidera otro estudio de gran relevancia. Su investigación se enfoca en evaluar el efecto antiinflamatorio y antioxidante del consumo moderado de vino en individuos que siguen una dieta mediterránea. Este enfoque no solo busca reforzar la evidencia científica existente sobre los beneficios del vino en la salud cardiovascular sino que también representa un avance significativo en la investigación nutricional vinculada al vino y la salud.

Ambos proyectos no solo ponen de manifiesto el papel crucial de la mujer en la ciencia y la investigación sino que también abren caminos hacia una mejor comprensión de cómo determinados hábitos de consumo, en este caso, el consumo moderado de vino, pueden contribuir a una mayor calidad de vida y a la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento y el estilo de vida.

Es importante destacar, como lo hace FIVIN, que el vino, en el contexto de un consumo responsable y moderado, puede ser parte de un estilo de vida saludable para adultos sanos. Sin embargo, es fundamental recordar los riesgos asociados con el consumo excesivo de alcohol y la importancia de seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud. La moderación y la prevención son claves en este aspecto, y cualquier recomendación sobre el consumo de vino debe ser considerada cuidadosamente en el contexto de la salud individual y las directrices médicas.

Así las cosas, la contribución de estas científicas al campo de la nutrición y la salud a través de sus investigaciones sobre el vino refleja no solo su excelencia y dedicación profesional sino también el progresivo derribamiento de barreras en un ámbito tradicionalmente masculino. Su trabajo nos recuerda la importancia de la investigación multidisciplinaria y colaborativa, así como el valor de informar y educar a la sociedad sobre los aspectos saludables de la alimentación y el consumo responsable.

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