Trágica noticia: Muere el periodista gastronómico Pau Albornà de la revista digital 7 Caníbales

El joven periodista gastronómico Pau Alborná, de tan sólo 25 años, ha fallecido hoy en un trágico accidente de tráfico....

Escrito por

Martes 12 de Junio de 2012

Compártelo

Leído › 4408 veces

El joven periodista gastronómico Pau Alborná, de tan sólo 25 años, ha fallecido hoy en un trágico accidente de tráfico. Pau era periodista especializado en prensa gastronómica y trabajaba en la revista digital especializada 7canibales.com

Hoy se podía leer la siguiente carta de despedida de su compañero y amigo Xavier Agulló:

No me es fácil, en este momento de aturdimiento y dolor, centrar la cabeza y equilibrar los dedos en el teclado. Pau, “nuestro Pau”, Pau Albornà, el colega, el amigo, el periodista, nos ha dejado de una manera intempestiva, atroz. Y en mi mente se agolpan no sólo los recuerdos, que son muchos con él, junto a él, sino también las sensaciones, las emociones.

A Pau, “nuestro Pau”, le gustaba decir lo mucho que había aprendido de mí en lo que se refiere al oficio que nos unía, el periodismo; pero yo, ahora, quisiera desvelar lo mucho que yo estaba aprendiendo de él, porque ésta se la debo. Pau, “nuestro Pau”, era, para los que trabajábamos con él, una constante lección de pasión periodística, de honestidad sincera, de autenticidad inquebrantable. Ahí estaba su enseñanza. Pau, “nuestro Pau”, me enfrentaba en cada texto, en cada comentario, al periodismo de verdad, que, como es sabido, los profesionales de largo recorrido vamos dejando a trozos por el camino. Pau no. Pau era un periodista de pura cepa, un periodista sin adjetivos. A Pau, “nuestro Pau”, no le gustaban ni las críticas ni las frivolidades: él era un maestro en la investigación de las fuentes, en la entrevista en profundidad, en el reportaje currado… Pau disfrutaba trabajando la información, contrastándola, moldeándola con un estilo que poco a poco lo iba definiendo como un escritor dotado; Pau vibraba con el conocimiento y con su gestión en este 7caníbales que dirigió y que supo llevar, desde la humildad pero también con la fuerza, al liderazgo de la prensa gastronómica digital. Porque Pau, “nuestro Pau”, llevaba el periodismo en la sangre. En Londres, durante la celebración de los distintos 50 Best Restaurants, siempre fue él el primero en saber quien era el vencedor, cada año. Sin embargo, su compromiso inalienable con la deontología profesional, un norte absoluto en su vida que tantas veces nos hizo enrojecer de vergüenza a los “olvidadizos”, le impidió siempre usar esa información privilegiada, que nunca supe de donde sacaba, para sus fines. Esa generosidad, esa responsabilidad, fue una de tantas enseñanzas que, secretamente, extraía yo de él. Trabajar con Pau, con “nuestro Pau”, era volver a la emoción del periodismo vivo, directo, eléctrico. Compartir con él habitación, desorden, laptops sacando humo, guías, diarios, frenesí de Internet, hamburguesas y club sándwiches en busca del “scoop”, como me ocurrió hace pocos meses con él, fue una de las grandes lecciones que, sin saberlo, me dio el gran Pau.

Con Pau, con “nuestro Pau”, teníamos ahora mismo un montón de proyectos que no se van a quedar en la memoria de la computadora, porque él no me lo perdonaría y me estaría dando la bronca todo el rato. Pau, “nuestro Pau”, ciertamente, era impetuoso, presuroso, tenaz, sólido, cañero, insobornable. Periodista, “casteller”, “diable”, barcelonista a muerte, catalán sin fisuras, todo, siempre, con la misma pasión. Una pasión que, en estos últimos años de trabajo codo a codo, me hizo (nos hizo) un poco mejor. Pau, “nuestro Pau”.

Y ahora me sangra la nostalgia por los dedos. Aquel pan con tomate con Ferran, aquella conversación junto a los sarmientos, aquellas birras de medianoche en un bar abertzale, aquella comida con los chefs suecos, la conversación de ayer…

Pau. “Mi Pau”. Te lloraremos, hermano, pero sólo porque no tendrá maldita gracia no poder comentar el partido contigo, en la cocina, los lunes, ni charlar cada mañana sobre las últimas novedades junto a tu ordenador, ni discutir titulares, ni compartir tantas ilusiones que habíamos diseñado juntos.

Porque, por lo demás, aquí estás, colega. Y tu mirada desaliñada pero fiera de verdad y justicia seguirá iluminando mi camino, nuestro camino.

“Salut, nen!”

Xavier Agulló

Un artículo de Luis Pablo
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 4408 veces