Para aumentar el valor del vino español se comienza por dejar de hablar del volumen

Leo estos días que las patronales del vino español (FEV y OIVE) centrarán sus esfuerzos en aumentar el valor del...

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Jueves 21 de Julio de 2022

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Leo estos días que las patronales del vino español (FEV y OIVE) centrarán sus esfuerzos en aumentar el valor del vino español.

Una decisión acertada, ya que lo del vino español es de traca. Poseemos una calidad igual o superior a franceses e italianos y sus vinos se valoran en el exterior casi diez veces más que el español.

Pero mi reflexión no va tanto por las acciones que se llevarán a cabo, sino por las que no se contemplan. He leído el resumen del Plan Estratégico 2022-2027 y decir que es impecable, sobre el papel está muy bien, pero a la hora de la realidad ocurre lo de siempre, manda el mercado.

En mi opinión, algo que nunca se contempla en estos informes es la simple ley de oferta y demanda que cualquier alumno de 1º de económicas aprende en su primer día de carrera universitaria. Si se mantiene la demanda, como es el caso del vino en el mundo, una bajada de oferta implica una valorización de los productos o servicios. En plata, cuanto menos hay de algo más vale.

Los franceses no necesitan miles de millones de litros para ser los número uno, para ser los vinos más apreciados, los más valorados y admirados del mundo. Al contrario, incluso reducen a propósito su número de botellas como hemos visto recientemente con el Champagne durante la etapa de la Covid.

Sin embargo, en España, incomprensiblemente, preferimos lo contrario, devaluar el vino: vender litros en lugar de valor. La cosa cambiaría sobremanera si España redujese su oferta exterior y se limitase a vender menos cantidad de vinos envasados de calidad.

Curiosamente, dos grandes compradores de vino español que no está envasado (vino a granel) son Italia y Francia. ¿para qué necesita Francia e Italia tantos millones de litros de vino español en camiones cisterna? ¿quién embotella todo ese vino? ¿qué etiqueta le ponen? ¿quién lo compra? ¿y a qué precio?

Tampoco ayuda que medios de comunicación generalistas e incluso organismos dependientes de la patronal vitivinícola, como el Oemv, elogien en sus noticias y artículos los miles de millones de litros de vino que vende España, que somos el principal exportador de vinos por volumen y somos el primer viñedo del mundo. Todo eso no sirve de nada.

Ser los primeros exportadores de vino en volumen no vale nada, no tiene ningún mérito y nos perjudica, porque incrementa la oferta. Y menos, mientras solo facturamos por esa cantidad grosera de vino unos ridículos €2.000 millones, mientras los franceses brindan por sus ingresos de €10.000 millones con una producción limitada y sin apenas esforzarse.

La Unión Europea limita la producción de alimentos y bebidas mediante la regulación de cuotas, como la cuota láctea o la pesquera. Ahora bien, por razones obvias, no hay cuotas para el vino porque ello iría en perjuicio de franceses e italianos. Sin embargo, nada impide regular la oferta estatalmente de manera interna en cada país. ¿Cuándo establecerá la Interprofesional o incluso el Ministerio de Agricultura y Alimentación cuotas para limitar la exportación de vinos y especialmente vinos a granel con el fin de reducir la oferta?

Las medidas cosméticas que ha elaborado KPMG para la FEV y la OIVE estos días están muy bien, pero quizá habría que empezar a contemplar que no hace falta gastarse tantos millones de euros en programas de valorización del vino español cuando la solución es más simple de lo que parece y nos la puede dar cualquier estudiante de primero de económicas: la Ley de la oferta y la demanda.

Gracias a Vinetur por dejarme dar mi opinión y expresarme libremente en este medio, cosa que no me han permitido otros.

Un artículo de Luis Pablo
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