Jueves 22 de Enero de 2015
El también llamado vino de pasas, se elabora a partir de uvas desecadas. Los racimos se secan al sol durante varios días, provocando la evaporación del agua de la uva y la progresiva pasificación de la misma. El mosto obtenido mediante el prensado de esas uvas pasificadas, comienza a fermentar muy lentamente, debido a la altísima concentración de azúcares. La fermentación será detenida por el bodeguero mediante la adición de alcohol de vino, de tal manera que sólo una pequeña parte del azúcar se trasforma en alcohol, quedando casi todo el resto del azúcar sin transformar. Esta técnica se utiliza con los vinos de uva Pedro Ximénez (DO Jerez-Xérès-Sherry y DO Montilla Moriles). Además de los vinos de pasas de Moscatel de Málaga y Jerez, y en los vinos “Passito” de Italia, entre otros.
Foto: Asociación de Pitarreros Veratos
El nombre tiene su origen en las tinajas pequeñas de barro “pitarras“, donde desde la antigüedad se elaboraba el vino de forma totalmente artesanal por las bodegas familiares procedentes principalmente de la zona de Extremadura. También de las zonas colindantes de Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla y León. Para considerarse vino de pitarra, deberá elaborarse de forma casera, (la tinaja de barro es fundamental para la elaboración de estos vinos), sólo se utilizan uvas autóctonas y en alguna zona todavía se pisa la uva a la antigua usanza. No se añaden productos químicos, teniendo especial importancia la maduración, el momento del corte y su posterior conservación.