Lunes 15 de Diciembre de 2014
Representando al vino en todo y cada uno de sus aspectos, nos encontramos con Monvínic, ubicado en el barrio del Eixample. Un auténtico homenaje cultural al vino con su centro de documentación y espacio para catas y conferencias que complementan el bar de vinos. Su diseño interior, ideado por Alfons Tost, destaca por su funcionalidad, modernidad y precisión de cada detalle. Fue finalista del Premio FAD de Interiorismo 2009.
Situada en el muelle, en un almacén del siglo XIX, encontramos Vestigius, la enoteca de colorida temática marítima y decoración desenfadada frente al mar. Sus caldos, fueron elegidos por el somiller residente João Chambel y presenta una lista en constante evolución, tanto a nivel nacional como internacional.