Un nuevo amanecer para el vino australiano

La reciente noticia de que Australia anticipa la eliminación de los aranceles chinos sobre el vino tras la conclusión de una revisión en curso, es una señal esperanzadora para la industria vinícola australiana y la relación comercial entre Australia y China. Este desarrollo podría marcar un punto de inflexión significativo, no solo para los viticultores australianos sino también para el comercio internacional de vinos.

Desde noviembre de 2020, el vino australiano ha estado sujeto a elevados aranceles por parte de China, lo que ha supuesto una carga considerable para los exportadores australianos. Estos aranceles, que oscilaban entre el 107.1% y el 212.1% inicialmente, y que posteriormente aumentaron hasta situarse entre el 116.2% y el 218.4% en marzo de 2021, han tenido un impacto devastador en la industria vinícola australiana. La imposición de estas sanciones punitivas ha eliminado AU$2.08 mil millones del valor de las exportaciones de vino australiano en el año hasta el 30 de junio de 2022, lo que ha llevado a un excedente de uvas de vino que se están echando a perder, ya que los productores simplemente no pueden comercializarlas.

El mercado chino para el vino australiano se redujo en un 97% desde la imposición de estos aranceles prohibitivos en 2020. Sin embargo, fuera de las exportaciones a China, los viticultores australianos experimentaron un crecimiento del 7% en términos de valor, alcanzando los AU$2.03 mil millones, el valor más alto desde 2010. Este crecimiento fuera de China sugiere que, a pesar de los desafíos, hay un mercado robusto y en expansión para el vino australiano a nivel mundial.

La posible eliminación de los aranceles sobre el vino australiano por parte de China llega en un momento oportuno. Con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, discutiendo los aranceles sobre el vino con el presidente chino, Xi Jinping, en un esfuerzo por normalizar las relaciones entre los dos países, hay un renovado optimismo sobre el futuro de la industria vinícola australiana. Esta medida no solo beneficiaría a los viticultores australianos, aliviando la presión sobre sus operaciones y permitiéndoles acceder nuevamente al lucrativo mercado chino, sino que también podría servir como un catalizador para mejorar las relaciones comerciales entre Australia y China.

El enfoque de Australia en la normalización de las relaciones con China, como se destacó en las recientes declaraciones del ministro asistente de Comercio y Turismo, Tim Ayres, en la 13ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Abu Dabi, es un testimonio de los esfuerzos diplomáticos y comerciales en curso. La delegación australiana, que incluye al ministro Don Farrell, ha manifestado su esperanza de que la relajación de los aranceles se produzca una vez que concluya la revisión "próximamente".

Este movimiento hacia la eliminación de los aranceles sobre el vino australiano se produce después de un acuerdo alcanzado entre China y Australia para resolver la disputa ante la OMC antes de la expiración de los aranceles, prevista para 2026. Además, el anuncio de China a principios de este año de que eliminaría los aranceles del 80,5% sobre la cebada australiana, impuestos durante el apogeo de la disputa entre los dos países en 2020, y el levantamiento de la prohibición no oficial sobre el carbón australiano en enero de 2023, son indicios de un avance positivo en la resolución de disputas comerciales y la normalización de las relaciones comerciales.

La revisión de los aranceles antidumping y antisubsidios impuestos a las importaciones de vino australiano por parte del ministerio de Comercio chino, anunciada en diciembre después de una serie de reuniones entre los dos países en los últimos meses, está en curso. Esta revisión busca resolver un asunto prolongado que ha tenido repercusiones significativas para la industria vinícola australiana y la relación comercial bilateral.

Mientras Australia y China continúan trabajando hacia una resolución y buscan normalizar sus relaciones comerciales, el futuro de la industria vinícola australiana en el mercado chino parece prometedor. La eliminación de los aranceles no solo abriría nuevamente puertas para los exportadores de vino australiano, sino que también señalaría un paso hacia una cooperación y entendimiento comerciales más profundos entre las dos naciones.