México importó vino en 2023 por valor de $318 millones

Los recientes datos sobre las importaciones de vino por parte de México nos ofrece un panorama sobre cómo la industria vitivinícola responde a los vaivenes de la economía global y a situaciones extraordinarias como la pandemia de COVID-19. La disminución de las importaciones mexicanas de vino en 2023 marcando un 17,8% menos en volumen, hasta los 71,7 millones de litros, en valor en comparación con el año anterior, nos lleva a reflexionar sobre los diversos factores que pueden influir en este cambio. Estos datos, analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) y proporcionados por la aduana mexicana, revelan no solo las fluctuaciones en los hábitos de consumo sino también cómo eventos globales y tendencias económicas afectan a mercados específicos.

Después de un periodo de crecimiento impresionante en 2021 y 2022, el descenso experimentado en 2023 rompe con la tendencia ascendente que se había observado en las importaciones de vino en México. Este cambio no es exclusivo del mercado mexicano; tanto Estados Unidos como Canadá, otros dos grandes consumidores de vino en Norteamérica, han registrado movimientos similares. Aunque el 2023 vio una caída significativa en gasto por importación de vino (-14,9%), los 318 millones de dólares destinados aún representan la segunda cifra más alta en la historia de las importaciones de vino en México, lo cual es una señal de la robustez a largo plazo de este mercado. Asimismo, el volumen importado en 2023 se sitúa como el cuarto más alto registrado, lo que subraya la continua popularidad del vino en el país.

Una mirada más detallada a los tipos de vino importados por México revela cambios interesantes en las preferencias de los consumidores y ajustes en el mercado. El vino envasado sigue siendo el líder indiscutible, a pesar de su caída del 18% en volumen y valor, representando más del 70% del total importado. Por otro lado, el vino espumoso, aunque también vio una disminución en sus cifras, mantiene un precio medio significativamente más alto, lo que podría indicar una preferencia por productos de mayor valor entre los consumidores mexicanos. El vino a granel y el bag-in-box, aunque representan una porción menor del mercado, ofrecen insights sobre cómo las dinámicas de precio y formato influyen en las decisiones de compra.

La aduana mexicana, al ofrecer datos detallados sobre las importaciones de vino en diferentes formatos, incluyendo por primera vez el bag-in-box desde 2021, nos permite entender mejor las tendencias actuales y futuras en el consumo de vino. El crecimiento sostenido del vino espumoso en México, desde representar solo el 3,4% del valor total en el año 2000 hasta alcanzar el 27,3% en 2023, es testimonio de la evolución de los gustos y preferencias en el mercado mexicano. A su vez, la disminución en la proporción del vino a granel y el envasado resalta los cambios en la percepción del valor y la calidad entre los consumidores.

España: primer suministrador de vino en México

La diversidad de orígenes de los vinos importados por México en 2023 nos ofrece una perspectiva única sobre las preferencias y tendencias en el mercado del vino en este país. Aunque México importó vino de 13 proveedores mundiales, es notable cómo seis países dominan el mercado, representando el 99% del total de las importaciones. Esta concentración revela no solo las estrechas relaciones comerciales entre México y estos países sino también las preferencias de los consumidores mexicanos por vinos de estas regiones.

España sigue liderando como el principal proveedor de vino a México, a pesar de una notable caída en comparación con el año anterior. La reducción en el volumen y el valor de las importaciones de vino español no minimiza el hecho de que España mantiene una posición significativa en el mercado mexicano, representando el 33,4% del volumen total y el 26,8% del valor. Aunque los números han disminuido, el valor del vino español en México sigue siendo el segundo más alto registrado hasta la fecha, un testimonio de la fuerte presencia y la percepción positiva del vino español en México.

La situación de Chile, que ha perdido cuota como segundo proveedor en volumen, es también digna de mención. La considerable caída en las importaciones de vino chileno refleja cambios en las dinámicas del mercado y posiblemente ajustes en las preferencias de los consumidores mexicanos. Por otro lado, Argentina destaca por su crecimiento en volumen, a pesar de las tendencias generales negativas, lo que indica una creciente apreciación por los vinos argentinos en México.

La posición de Francia en términos de valor contrasta con su volumen de importación, consolidándose como el segundo mayor proveedor en valor a pesar de una caída en volumen. Este hecho subraya la disposición de los consumidores mexicanos a pagar precios premium por vinos franceses, considerados de alta calidad. La notable diferencia en el precio medio del vino francés en comparación con otros proveedores resalta la distinción que los consumidores hacen entre diferentes orígenes y calidades de vino.

Mientras que países como Italia y Estados Unidos mantienen posiciones importantes tanto en volumen como en valor, la aparición de Australia como un nuevo proveedor relevante y los buenos resultados de Portugal y Alemania sugieren una diversificación en las fuentes de vino importado por México. Este cambio podría ser indicativo de una exploración y apertura hacia nuevas experiencias enológicas por parte de los consumidores mexicanos.

La evolución de las importaciones de vino en México refleja una industria dinámica y en constante cambio, influenciada por factores económicos, tendencias de consumo y la calidad percibida de los vinos de diferentes regiones. A medida que México continúa ajustándose a las nuevas realidades del mercado global y las preferencias de los consumidores evolucionan, es probable que veamos cambios aún más significativos en el panorama de las importaciones de vino en los próximos años.