Vinos blancos superan a los tintos en Estados Unidos

En los últimos tiempos, el mundo del vino ha visto cambios significativos en las preferencias de los consumidores, especialmente en Estados Unidos. Tradicionalmente, los vinos tintos robustos, con alto contenido de roble y taninos, han dominado el mercado. Sin embargo, esta tendencia está cambiando. Liz Thach, presidenta del Wine Market Council, una organización estadounidense que analiza tendencias en el consumo de vino, ha observado un creciente rechazo hacia estos vinos tintos potentes. Aunque todavía tienen sus adeptos, su popularidad ha disminuido considerablemente.

Durante más de tres décadas, los vinos tintos han sido los preferidos a nivel mundial. Sin embargo, ahora se observa una inclinación creciente por los vinos blancos. Este cambio no se debe únicamente a las preferencias generacionales, sino también a la diversificación de la cocina en Estados Unidos y al auge de los cócteles a base de vino. Los datos de NIQ, una empresa de investigación de mercado, reflejan este cambio. En el período de 52 semanas que terminó en mayo del año pasado, el vino blanco representaba el 48,5% del volumen total de vino de mesa en Estados Unidos, mientras que el vino tinto tenía un 45,1%. En el período de 52 semanas que terminó en mayo de este año, el vino blanco aumentó su participación al 49,2%, y en las últimas cuatro semanas alcanzó el 50,5%, superando al vino tinto y al rosé.

El valor de las ventas también refleja esta tendencia. En el último año, los vinos blancos de mesa fueron los únicos que experimentaron un crecimiento en el valor de ventas, aumentando un 0,3%. En las últimas cuatro semanas, las ventas de vino blanco tuvieron la menor caída, con un descenso de solo el 1,2%, mientras que los vinos tintos cayeron un 6,6%, los rosados un 5% y los espumosos un poco más del 4%.

La preferencia por los vinos blancos se debe en parte a su consistencia en calidad, independientemente de la región o el precio. Dan Petroski, fundador y enólogo de Massican, una bodega en California, ha observado un aumento en la popularidad de los vinos blancos en los últimos 15 años. Petroski señala que los vinos blancos son más asequibles y fiables, lo que genera confianza en los consumidores. En el rango de precio de 11 a 20 dólares, los vinos blancos son generalmente más consistentes en sabor y estilo.

Heidi Scheid, vicepresidenta ejecutiva de Scheid Family Wines, otra bodega californiana, confirma que los consumidores prefieren cada vez más los vinos blancos. Según Scheid, los consumidores saben qué esperar de variedades como el Sauvignon Blanc y el Pinot Grigio, mientras que los vinos tintos pueden ser menos predecibles. Las encuestas también indican que los consumidores jóvenes prefieren los vinos más ligeros por su sabor y facilidad de consumo.

La cocina moderna en Estados Unidos también ha influido en esta tendencia. Antes, los vinos tintos como el Cabernet Sauvignon eran populares cuando los filetes eran el plato principal de una cena ideal. Sin embargo, con una mayor diversidad cultural y la adopción de estilos de vida más saludables, los platos ligeros y frescos están ganando terreno, y los vinos blancos se adaptan mejor a estos nuevos hábitos alimenticios. Petroski compara el vino con un condimento, diciendo que el vino tinto lucha por tener la versatilidad del vino blanco.

Heidi Scheid, al desarrollar la línea Sunny with a Chance of Flowers, se centró en los consumidores jóvenes y su deseo de un estilo de vida más saludable, lo que se tradujo en vinos con menor contenido de alcohol y más amigables con la comida. Los nuevos restaurantes en su área siguen esta tendencia, sirviendo platos más ligeros como ensaladas, tapas y cocina mediterránea.

Inspirado por su tiempo en Sicilia, Petroski comenzó a hacer vinos blancos que se adaptaran mejor al clima y la cocina de California. Aunque la cocina italiana sigue siendo popular en Estados Unidos, los datos recientes indican que la cocina mexicana es la favorita entre los Millennials y la Generación Z. Thach menciona que el Sauvignon Blanc es popular para maridar con la cocina mexicana, ya que sus notas cítricas son similares a las de las cervezas ligeras y lagers mexicanas.

Desde principios de los años 2000, el consumo mundial ha estado cambiando hacia el vino blanco, impulsado principalmente por la demanda de vino espumoso. La preferencia por el vino espumoso ha ido en aumento durante varios años, y sigue siendo un favorito entre los jóvenes estadounidenses, gracias al resurgimiento de cócteles clásicos como el Aperol Spritz y el French 75.

Según una encuesta de CGA by NIQ, el 23% de los consumidores en locales de bebidas de entre 18 y 34 años eligen prosecco u otro tipo de vino espumoso como su bebida preferida. Además, el 53,8% de estos consumidores informaron que su bebida favorita en verano es un cóctel de vino, como una sangría o un spritz.

Liz Thach anima a las bodegas a integrar cócteles de vino en sus menús de degustación o a desarrollar recetas para sus clientes. Durante la pandemia, Petroski comenzó a publicar en redes sociales formas divertidas e interesantes de usar los vinos Massican, incluyendo un spritz de vino blanco. También sugiere sustituir el vermut por un vino blanco aromático para un martini con menor contenido de alcohol. Scheid trabajó con Sly Cosmopoulos, director de marketing de bebidas de Republic National Distributing Company, para crear recetas de cócteles con Sunny with a Chance of Flowers, con el objetivo de ofrecer una experiencia interesante y divertida a los consumidores.

Sunny with a Chance of Flowers comparte sus recetas de cócteles a base de vino en redes sociales y campañas de correo electrónico. Los cócteles incluyen un Sunny French 75, un cóctel inspirado en la margarita y sangrías para cada temporada. Los consumidores disfrutan de estos cócteles no solo por la flexibilidad en la cantidad de alcohol, sino también por su presentación atractiva. Scheid comenta que tener un cóctel de vino bien presentado puede hacer una gran diferencia en la experiencia del consumidor.

Este cambio en las tendencias del vino en Estados Unidos podría tener repercusiones en otros mercados, incluyendo España, donde los consumidores también están explorando nuevas opciones y estilos. La diversificación de la cocina y la búsqueda de estilos de vida más saludables son tendencias globales que podrían influir en las preferencias de vino en diferentes países.