Bodeboca presenta cinco maridajes de éxito para disfrutar de la mejor fritura este verano

Aunque en la actualidad se encuentra bien extendida tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, la fritura es una exquisita...

Escrito porAlvaro

Viernes 26 de Agosto de 2022

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Aunque en la actualidad se encuentra bien extendida tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, la fritura es una exquisita técnica de cocina ancestral que forma parte de la tradición culinaria española, siendo muy popular en Andalucía, especialmente en regiones como Cádiz y Málaga.

Por su carácter eminentemente veraniego, el característico sabor que aporta, su frescura y el recuerdo de buenos momentos, la fritura es perfecta para el periodo estival, y como no podría ser de otro modo, para ser disfrutada junto a los mejores vinos. Así, la plataforma líder en venta de vino online en España, Bodeboca, presenta los mejores maridajes para disfrutar aún más de los clásicos de la fritura andaluza.

1. Boquerones fritos y Chablis La Chanfleure

Cubiertos por una película fina, albina y crujiente, si se puede coger el boquerón de la cola y se mantiene firme, es hora de sacar las copas y servir un vino fresco y acorde como el Chablis La Chanfleure de Louis Latour. Se trata de la máxima expresión de la Chardonnay y resulta un blanco perfumado, alegre y limpio, que se encuentra presente en los archivos de la bodega desde los años 70. Su nombre, Chanfleure, es una palabra antigua utilizada como sinónimo de "tâte-vin", término con el que se denomina a la pipeta utilizada por los bodegueros para sacar un poco de vino de la barrica para degustarlo durante la vinificación.

2. Ortiguillas fritas y Finolis en Rama

Considerado como uno de los platos más característicos y demandados de la gastronomía gaditana, la ortiguilla es pura esencia marina. Una delicia que no puede sino mejorar cuando se prueba junto a Finolis en Rama, uno de los vinos infinitos de Paola Medina. Cruce de caminos entre un fino de Jerez y un blanco tranquilo de Palomino fino, es una rara avis que pertenece a las bodegas Williams & Humbert. Frescura, mineralidad y estructura son sus señas de identidad. Además, cuenta con una producción limitada y se presenta en formato de 50 cl.

3. Tortillitas de camarones y Manzanilla Arboledilla Poniente

La tortillita de camarones es un baluarte gaditano muy asentado en la gastronomía local. Su magia se encuentra en la ligereza de la masa, que ha de ser delicada y no grasienta. Un maridaje de aproximación acertado viene de la mano de Barbadillo y su manzanilla Arboledilla Poniente. Pensada para los amantes del velo de flor, esta gama es un soplo de placer, elaborada con Manzanilla Pasada en Rama procedente de la mejor zona de Sanlúcar de Barrameda, y con entre 5 y 6 años de crianza.

4. Pavías de bacalao y Mumm Grand Cordon

Las pavías de bacalao, muy propias de Cuaresma y Semana Santa, son una preparación de gran arraigo en Sevilla. Su fritura permite un magnífico cocinado del bacalao, dejándolo en un punto de cocción óptimo. Una cobertura que pide burbujas, y para ello Mumm Grand Cordon es una excelente alternativa. Se trata de la cuveé más emblemática de la legendaria 'maison' Mumm y cuenta con predomino de la variedad Pinot noir, una fuerte presencia de Chardonnay y un toque de Meunier. Laurent Fresnet y el equipo de enólogos de la casa son los encargados de perpetuar cada año el 'coupage' final de este champán, que ha sido rebautizado como Mumm Grand Cordon. Otra particularidad de su elaboración es el envejecimiento durante 30 meses en una galería subterránea de 15 kilómetros de extensión.

5. Cabeza de rape frita y Vizcarra 2018

A veces olvidada, la cabeza de rape es uno de los bocados más intensos y exuberantes que pueden degustarse en el extenso universo de la fritura, que resulta incluso más excepcional en maridaje con un tinto de raza. Un buen ejemplo serían tempranillos de Ribera del Duero comoVizcarra 2018, uno de los vinos con mayor crianza de la bodega. Elaborado con Tinto fino estrictamente seleccionado racimo a racimo y grano a grano, tras una vendimia 100% manual, es una propuesta dotada de enorme elegancia. Con carácter frutal y de madurez mineral, es acompañado de leves notas terciarias en nariz. En boca es estructurado, carnoso, equilibrado y potente.

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