10. Precipitados.
La presencia de posos es incómoda pero no es un defecto ni altera el sabor del vino, salvo que se acompañe de enturbiamiento, en cuyo caso sí nos indica una alteración de sabor. La aparición de pequeños cristales inocuos en los blancos se debe a una bajada brusca de temperatura. Una solución al defecto de enturbiamiento o para evitar los posos es la decantación.