Maridaje de vinos: claves para elegir el vino perfecto de acompañamiento

El vino es una bebida milenaria que se obtiene de la fermentación de la uva. Es muy sabrosa y ha...

Vilma Delgado

Viernes 10 de Noviembre de 2023

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El vino es una bebida milenaria que se obtiene de la fermentación de la uva. Es muy sabrosa y ha sido apreciada por la mayoría de las civilizaciones humanas por sus propiedades y por ser un medio de desinhibición. Esta bebida se puede clasificar según varios parámetros, como son el estilo, la región de producción, la variedad de uva y su grado de madurez, entre otros.

El vino se considera, además, una bebida saludable, ya que contiene antioxidantes, como los polifenoles, que se consideran altamente beneficiosos para el mantenimiento de nuestro organismo en las mejores condiciones posibles. Además, siempre que su consumo sea moderado, el vino ayuda a mejorar nuestra circulación sanguínea y favorece el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Ahora bien, al ser una bebida muy sabrosa, durante siglos se ha utilizado para acompañar a todo tipo de comidas o aperitivos. Esto se debe a que esta bebida tiene la capacidad de intensificar el sabor de determinados alimentos dependiendo del tipo de vino que sea.

Gracias a ello, en la actualidad podemos disfrutar tanto de los vinos blancos, de los rosados y los tintos, así como de los espumosos. Por este motivo, en este artículo hemos hablado con los expertos de La Cave Gillet para hablar del maridaje de vinos y te vamos a dar algunas de las claves para elegir el vino perfecto como acompañamiento de todo tipo de alimentos.

Ten en cuenta la compatibilidad de los sabores

En el maridaje de vinos, una de las claves es la buena elección de los sabores, ya que juega un papel importante. Para elegir el vino adecuado debes tener en cuenta la compatibilidad de los sabores: los 'armoniosos' (vino dulce y comida dulce) añaden equilibrio al plato y los 'contrastantes' (vinos dulces con comidas saladas) aportan una mayor complejidad al sabor del conjunto.

También es importante tener en cuenta el tiempo de cocción de los platos y la intensidad de su sabor, ya que esto debe afectar a la elección del vino que vamos a degustar. Para aquellas personas que estén empezando a adentrarse en el arte de la enología, el mejor consejo que podemos dar es siempre probar, descubrir y disfrutar de la experiencia del maridaje. Es decir, hay que perder el miedo a experimentar y probar nuevos contrastes.

No pierdas de vista el punto de acidez

Cuando se trata de conseguir un buen maridaje de vinos, la acidez es una de las primeras cosas que debes tener en cuenta. Por ejemplo, si un plato tiene un punto alto de acidez, entonces se debería optar por un vino que sea igual de ácido e incluso más. Por otro lado, si un plato es bajo en acidez, entonces se debe optar por un vino que tenga un punto más de acidez que el propio plato, para equilibrar el punto de acidez de la comida.

Ten en cuenta el dulzor

En este caso, también debes tener en cuenta el grado de dulzor de los alimentos y de los vinos. Como hemos comentado anteriormente, es importante tener en cuenta los contrastes: vinos dulces con platos salados, por ejemplo. Los vinos más afrutados son buenos para maridar con platos picantes y con otros sabores fuertes.

Ahora bien, si vas a degustar un plato que tiene un sabor muy ligero, como, por ejemplo, un plato de pasta con trufa, lo mejor es apostar por un vino que no sea demasiado dulce, pero tampoco demasiado ácido. De esta manera, esta bebida no podrá enmascarar el sabor del plato. Por ello, esta es una de las claves principales que no puedes perder de vista.

La temperatura es muy importante

Como puedes observar, el maridaje de buen vino es todo un arte, ya que se necesita conocimiento, destreza y bastante experiencia para conseguir un maridaje perfecto. Por ello, de las principales claves para lograr el éxito, y uno de los parámetros más difíciles de dominar es la temperatura. De hecho, algunos vinos muestran todo su potencial cuando se encuentran en un rango de temperaturas determinado.

Los vinos blancos y secos se deben servir entre los 5ºC y los 12°C, dependiendo de si se trata de un vino joven, espumoso, fino o manzanilla. Por su parte, los vinos tintos no deben estar fríos y se deben servir entre 10ºC y 18°C. Cuanto más joven sea el vino, es más recomendable servirlo a una temperatura más baja, mientras que, para los tintos con crianza, los reserva y los Gran Reserva, se recomienda servirlos en torno a los 17ºC y 18ºC. En cuanto a los rosados, al igual que a los blancos y jóvenes, les vienen bien las temperaturas bajas, de en torno a los 6ºC y los 10ºC como mucho.

También se debe tener en cuenta la temperatura de los aperitivos. Estos también juegan un papel bastante relevante en el maridaje y deben elegirse con cuidado para complementar los vinos. Puedes servir los aperitivos con una temperatura similar para jugar con una mezcla armónica y con una diferencia térmica para jugar al contraste. Si quieres ampliar más información al respecto, puedes consultar este artículo de LaCocinaDeLucia.

El orden es importante en el maridaje

Aunque muchas personas no lo tienen en cuenta, lo cierto es que, para conseguir un buen maridaje del vino con los aperitivos, debes tener en cuenta el orden en que sirves los alimentos y los distintos tipos de vino. Sólo de esta manera conseguirás disfrutar al máximo de su sabor. Por ello, te recomendamos ordenar los vinos dependiendo del cuerpo. De este modo, lo mejor es servir primero los más ligeros y, posteriormente, los más pesados y con más cuerpo.

Esto se debe a que, si tomas un vino con personalidad y mucho cuerpo junto con aperitivos y comidas de sabor intenso, al pasar a un vino más ligero te resultará insípido. Por ello, recomendamos servir primero los vinos más jóvenes y después los más viejos y servir los vinos blancos antes que los tintos.

Ten en cuenta los sabores de las distintas regiones

Es importante que tengas en cuenta los platos típicos que se suelen degustar en las diferentes regiones donde se producen los distintos tipos de vino. Esto se debe a que suelen combinar bastante bien con estos, ya que el maridaje suele estar elaborado a partir de años y años de experimentación.

Por ello, si vas a tomar una buena pizza o un plato de pasta, deberías de investigar qué tipo de vinos se elaboran en las distintas regiones donde se dan las diferentes variedades de estos platos. Esto se debe a que no se producen exactamente los mismos platos en el norte que en el sur de la península italiana. Lo mismo ocurre con la comida española y con la francesa.

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