Los hogares españoles gastan 23€ por persona al año en vino, según el último informe del Ministerio

El reciente Informe del Consumo Alimentario en España 2023, publicado por el Ministerio de Agricultura y Alimentación, ofrece un detallado análisis del consumo doméstico de vino. A cierre de 2023, se ha registrado una contracción del 4,5 % en volumen, aunque con un aumento del 1,0 % en la facturación. Este incremento en valor se debe a un crecimiento del 5,7 % en el precio medio, alcanzando los 3,37 € por litro.

Los hogares españoles han destinado el 1,3 % de su presupuesto para alimentación y bebidas a la compra de vino, lo que supone un gasto per cápita de 23,22 € al año. Este dato se mantiene estable en comparación con los años 2022 y 2019. El consumo per cápita se sitúa en 6,90 litros, un 5,5 % menos que en 2022 y un 10,4 % menos que en 2019. El consumo de vino experimenta un fuerte crecimiento en los meses de noviembre y diciembre, impulsado por la temporada navideña.

El vino representa la mayor parte del volumen y valor dentro de la categoría de vinos y bebidas derivadas del vino, con un 81,3 % y un 87,8 % respectivamente. Sin embargo, ha mostrado una peor evolución que el sector en general, con una caída del 4,5 % en volumen y un crecimiento del 1,0 % en valor. Por el contrario, las bebidas derivadas del vino han mantenido su volumen y han incrementado su valor en un 6,3 %.

En términos de categorías, los vinos con denominación de origen protegida (DOP) abarcan el 50,4 % del volumen total y el 74,4 % del valor de mercado. Los vinos sin DOP/IGP representan el 41,5 % del volumen y el 19,2 % del valor. Los vinos con indicación geográfica protegida (IGP) tienen una cuota menor, con un 7,6 % del volumen y un 5,7 % del valor.

El informe destaca que todos los segmentos han retrocedido respecto a 2022, excepto los vinos con IGP, que han aumentado su volumen en un 4,4 % gracias a una reducción del 8,1 % en su precio medio, aunque su facturación ha caído un 4,1 %. Dentro de los vinos sin DOP/IGP, el vino tinto sigue liderando en volumen y valor, con cuotas del 51,0 % y 52,6 % respectivamente, a pesar de una reducción del 8,9 % en comparación con 2022. El vino blanco ocupa el segundo lugar, con un 42,0 % del volumen y un 40,1 % del valor, mostrando una ligera reducción del 1,0 % en volumen pero un aumento del 6,6 % en valor. El vino rosado, con un 7,1 % en volumen y un 7,3 % en valor, ha retrocedido un 5,0 % y un 4,2 % respectivamente.

El vino tranquilo tinto es el más consumido, con un 65,7 % del volumen y un 68,2 % del valor, aunque ambos parámetros han disminuido en comparación con 2022. El vino tranquilo blanco también ha visto una reducción en consumo, aunque a un ritmo menor, con un descenso del 4,9 % en volumen y un aumento del 2,6 % en valor. El vino rosado es el único tipo que ha crecido respecto al año anterior, tanto en volumen como en valor, con incrementos del 3,1 % y 11,6 % respectivamente.

En cuanto a los vinos con DOP, los tranquilos representan el 78,3 % del consumo, a pesar de una reducción del 16,2 % en la intensidad de compra y un 13,3 % en facturación. Los espumosos, incluyendo cava y vinos gasificados, ocupan el segundo lugar con un 14,9 % en volumen y un 18,2 % en valor, resistiendo mejor la caída del mercado. Los vinos de aguja, por su parte, representan un 6,1 % en volumen y un 5,4 % en valor, siendo los más afectados con reducciones del 27,3 % en volumen y del 28,4 % en valor respecto a 2022.