Sumilleres vs. Software, ¿Quién Recomienda Mejor?

La Inteligencia Artificial amenaza con revolucionar el mundo del vino y desplazar a los sumilleres

Sábado 22 de Junio de 2024

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La conocida revista británica del sector de las bebidas Drinks Business organizó recientemente una jornada sobre inteligencia artificial aplicada al mundo de las bebidas. Durante el evento, se debatieron temas como el papel que la IA puede jugar en la labor de los sumilleres y cómo esta tecnología puede transformar la experiencia del vino.

Charles Spence, profesor de la Universidad de Oxford, explicó que muchos factores externos influyen en cómo percibimos el sabor de un vino, como la iluminación, la música y la cristalería. Según Spence, más que un limpiador de paladar físico, lo importante es preparar la mente para disfrutar plenamente del vino.

Chris Hoel, ex sumiller del famoso restaurante French Laundry en Napa, compartió una anécdota que lo ilustra: no importa cuán excepcional sea el vino, si el comensal está de mal humor, la experiencia no será la misma. Hoel explicó cómo la IA puede ayudar a equilibrar el estado de ánimo de los invitados y asistir a los sumilleres en la recomendación de vinos que mejoren la experiencia del cliente.

Hoel señaló que quiere que la IA lo "potencie", permitiéndole ofrecer opciones que no habría considerado. Por ejemplo, si un cliente ama los vinos de Borgoña, un software de IA podría sugerir un Nebbiolo antiguo o un Rioja de 25 años, alternativas que pueden ser más económicas y que un sumiller humano podría pasar por alto debido a la presión de vender vinos más caros.

Preferabli, un software de recomendación de bebidas, fue destacado por Hoel como una herramienta valiosa para identificar rápidamente lo que un invitado disfrutará. Pam Dillon, cofundadora y CEO de Preferabli, explicó que su IA analiza 800 características en el vino, capacidad desarrollada mediante la extensa degustación y catalogación de vinos y licores a nivel mundial.

Sin embargo, hay un obstáculo: la desconfianza del público hacia la IA. Spence mencionó un estudio donde los comensales preferían recetas creadas por humanos sobre aquellas generadas por IA. Esto sugiere que la mejor combinación sería la inteligencia artificial junto con el toque personal del sumiller, aprovechando la capacidad de análisis de la IA y la confianza que los clientes tienen en los sumilleres.

Dillon subrayó que la IA no reemplazará a los sumilleres, sino que complementará su trabajo, preservando la artesanía del vino. La IA permite codificar las preferencias de sabor de las personas y emparejarlas con opciones que realmente disfrutarán. Según Hoel, esto empoderará a los consumidores, permitiéndoles tomar decisiones basadas en sus gustos personales, con la IA actuando como una guía constante en sus experiencias culinarias.

Probablemente la aceptación y la confianza en la IA aumenten en un futuro. Mientras tanto, la labor humana en la percepción sensorial parece irremplazable. No obstante, entre medias, es posible que veamos como la combinación de la inteligencia artificial y el conocimiento humano se convierta una herramienta importante en la experiencia de disfrutar del vino, ofreciendo recomendaciones más personalizadas y precisas, sin perder el toque humano que hace especial cada degustación.

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