La increíble historia de Bazie, el hombre que transformó un desierto en viñedo

Un sueño personal convirtió a Burkina Faso en una tierra de vino

Jueves 25 de Julio de 2024

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François Desirè Bazie
François Desirè Bazie

En Burkina Faso, un país sin tradición vinícola, se está gestando un proyecto pionero que podría transformar su paisaje agrícola. François Desirè Bazie, un solicitante de asilo convertido en viticultor, ha emprendido la ambiciosa y asombrosa tarea de establecer viñedos en su país natal. Este esfuerzo ha captado la atención y el apoyo del gobierno burkinés, alineándose con sus objetivos de lograr la independencia alimentaria y ofrecer alternativas laborales a los jóvenes que de otro modo podrían emigrar en busca de oportunidades.

La increíble historia de Bazie es un ejemplo notable de perseverancia y visión. Nacido en Burkina Faso, se refugió en Piamonte, Italia, durante la década de 2000 debido a conflictos en Costa de Marfil, donde residía en ese momento. En Italia, desarrolló una pasión por la viticultura, que lo llevó a fundar su propia bodega, InCandiaBio, en la región de Colli Apuani, al norte de Toscana. Su interés por desarrollar el mercado del vino en Burkina Faso tiene motivaciones tanto personales como comerciales, deseando ver sus productos disfrutados en su tierra natal y reconociendo el creciente interés local por el vino.

En su primer intento por cultivar vides en Burkina Faso, Bazie llevó muestras de plantas de Vermentino de su viñedo en Toscana y las plantó en tres hectáreas cerca de su hogar familiar en Bagré, una región propicia para la viticultura debido a sus recursos hídricos. Este proyecto ha recibido un fuerte respaldo del gobierno burkinés, que ve en la viticultura una oportunidad para diversificar la agricultura del país, predominantemente de subsistencia, y reducir su dependencia de las importaciones.

El apoyo del gobierno se traduce en una expansión significativa del proyecto: ya se han plantado aproximadamente 1.500 vides en Bagré, y se planea plantar otras 18.000 en los próximos meses. Las variedades de uva elegidas, como Sangiovese, Vermentino, Malvasia, Cabernet Sauvignon, Merlot y Chardonnay, reflejan la experiencia de Bazie en Italia y su adaptación a las condiciones locales. Según Toussaint Sampo, director de producción de cultivos del Ministerio de Agricultura de Burkina Faso, se espera que la primera fase del proyecto cubra un total de 10 hectáreas en diversas regiones del país, con futuras expansiones que añadirán 30 hectáreas más.

Además de promover la independencia alimentaria, el proyecto tiene el potencial de crear empleo y ofrecer una alternativa viable para los jóvenes burkineses, muchos de los cuales se ven forzados a emigrar debido a la falta de oportunidades económicas. Con más del 40% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, y una economía limitada en recursos naturales, el desarrollo de una industria vinícola podría tener un impacto transformador. El proyecto ya está formando a 80 futuros trabajadores de la industria del vino, desde la gestión de viñedos hasta la producción vinícola.

Se prevé que la primera bodega esté operativa el próximo año, posiblemente en la capital, Uagadugú, con la primera vinificación programada para el año siguiente. Bazie, por su parte, planea realizar visitas regulares a Burkina Faso para supervisar el proyecto y asegurar su desarrollo exitoso. Este proyecto no solo representa una oportunidad para diversificar la economía del país, sino también una esperanza para detener el flujo migratorio de jóvenes en busca de un futuro mejor.

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